Tarde o temprano iba a suceder. Muchos usuarios ven animes de forma gratuita en páginas que infligen las normas de copyright por Internet. Debido a que debía regularizarse, se cerraron las conocidas páginas AnimeYT y AnimeMovil.
Ambas eran de las que más tráfico generaban, pero les tocó el turno de cancelar sus servicios. La denuncia vino de la plataforma de pago Crunchyroll, que funciona tal cual Netflix pero para la exclusividad de animes.
El problema es que se descargaba el contenido de la misma plataforma de stream mencionada y se subían íntegramente los capítulos en las webs ilegales.
La reacción de los fans fue inmediata. Algunos han donado entre 50 y 60 dólares al creador de AnimeYT para que se mantenga el servicio gratuito. Entre los argumentos de la comunidad está que en estas páginas se encontraba mayor variedad. Cosa que no necesariamente pasaba con Crunchyroll debido al pago de licencias de los animes.