Nuevos superhombres han aparecido en el Universo Cinematográfico de Marvel; por este motivo, se debe abrir toda una nueva legislación en el mundo. Uno de los elementos que desató esta locura en la Tierra fue la instalación de los Nuevos Asgardianos según la serie “She-Hulk”. Por ejemplo, al final del episodio, vemos que un grupo desconocido de maleantes le robó los accesorios de construcción a un asgardiano para atacar a Walters.
El episodio 3 gira en torno a dos casos legales que deben resolverse. El primero y menos relevante involucra a Bukowski, un colega de Jennifer que no es estable mentalmente y fue estafado por una elfa de Asgard que se hace pasar por otras personas.
El juicio termina siendo favorable para el humano, mientras que la elfa solo debe pagar la indemnización y cumplir poco tiempo de cárcel por haber suplantando la identidad de un juez.
El otro caso es el de Abominación, quien ha estado en prisión por muchos años y busca una salida por buena conducta. En pasados episodios, ya se había dejado en claro de que no es un villano y tiene control total sobre sus poderes.
Wong regresa al UCM en “She-Hulk”
Aquí es donde Wong se convierte en pieza clave para el caso. Por un lado, complicó todo al sacar a Abominación de su celda para luchar contra él en la cinta “Shang-Shi”, pero también se volvió un testigo clave darle la libertad al explicar que él forzó la situación y que Emil Blonsky era totalmente inocente de su escape.
Curiosamente, en el primer encuentro entre Wong y Walters, el hechicero bromea acerca de que borrarle la memoria a todos sería “muy engorroso”. Una clara broma a la irresponsabilidad de Doctor Strange en “Spider-Man: No Way Home”.
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