Carl Erik Rinsch trabajó con Keanu Reeves en “47  Ronin”, por lo que recibió su ayuda para conseguir dinero para su proyecto (Foto: Universal Pictures)
Carl Erik Rinsch trabajó con Keanu Reeves en “47 Ronin”, por lo que recibió su ayuda para conseguir dinero para su proyecto (Foto: Universal Pictures)

Después de dejar su marca en Hollywood como director de “47 Ronin”, la película protagonizada por en 2013, Carl Erik Rinsch emergió como una figura destacada en la industria del cine. Fue en este momento cuando presentó un ambicioso proyecto a las plataformas de streaming, atrayendo la atención de Netflix, que no vaciló en invertir más de 55 millones de dólares en la iniciativa. No obstante, a pesar de las expectativas elevadas y la considerable inversión, esta serie nunca llegará a materializarse.

Después de una subasta competitiva, Rinsch y sus representantes alcanzaron un acuerdo informal de ocho cifras con Amazon. Antes de que pudieran poner este acuerdo por escrito, Netflix intervino.

En una encarnizada batalla entre gigantes del streaming como Amazon, Apple, HBO y Hulu, Netflix emergió como la compañía victoriosa, adquiriendo los derechos por la asombrosa cifra de 61,2 millones de dólares, según un informe de Variety.

Cindy Holland, la entonces vicepresidenta de contenido original de Netflix, dio un paso adicional para asegurar la victoria. Llamó a Rinsch un domingo y le ofreció no solo millones de dólares adicionales, sino también algo que rara vez se concede a los directores: el control completo sobre el montaje final de la serie.

La serie, inicialmente titulada “Conquest”, prometía ser un hito en la programación de Netflix. Sin embargo, el proyecto tomó un giro inesperado.

Carl Erik Rinsch en el set de grabación de “47  Ronin” (Foto: Universal Pictures)
Carl Erik Rinsch en el set de grabación de “47 Ronin” (Foto: Universal Pictures)

LA TRAMA DE “CONQUEST”

“Conquest” estaba destinada a ser una serie de ciencia ficción que exploraba la existencia de una especie artificial similar a los humanos, conocida como “Inteligencia orgánica”. Su propósito era brindar ayuda humanitaria a nivel mundial y enfrentar conspiraciones subyacentes que desencadenarían conflictos y, en última instancia, un enfrentamiento apocalíptico. Es importante destacar que, en sus primeras etapas, la serie llevaba el nombre de “White Horse”.

Ante tan intrigante premisa, surge la pregunta inevitable: ¿qué sucedió con esta serie y por qué nunca verá la luz del día? A continuación, te desvelamos los detalles detrás de la cancelación de este proyecto prometedor.

LA VERDAD DETRÁS DEL FRACASO DE LA SERIE DE CARL ERIK RINSCH

El ambicioso proyecto a cargo de Carl Rinsch se convirtió en un costoso fiasco para Netflix. A pesar de una inversión que superó los 55 millones de dólares y una libertad casi total en términos presupuestarios y creativos, la plataforma de streaming nunca recibió un solo episodio terminado.

De acuerdo con los correos y mensajes obtenidos por , el comportamiento de Rinsch se volvió errático poco después de la firma del contrato. Afirmó haber descubierto un mecanismo secreto de transmisión del Covid-19 y la capacidad de predecir la caída de rayos. Sin freno, apostó una considerable suma del dinero de Netflix en la bolsa y en criptomonedas, derrochando millones en una flota de Rolls-Royce, muebles de lujo y ropa de diseñador.

Thomas Cherian, portavoz de Netflix, afirmó a TNYT que la compañía dio por perdido el proyecto, señalando que “el Sr. Rinsch nunca iba a completar el proyecto acordado”.

Ahora, enfrentan una auditoría confidencial por los daños ocasionados por este desastroso giro de eventos. Una vez prometedor, el proyecto se convirtió en un ejemplo de cómo una visión errática puede desmantelar incluso las producciones más ambiciosas.

LA PARTICIPACIÓN DE KEANU REEVES

La relación entre Keanu Reeves y este proyecto se remonta a las etapas iniciales de producción. Carl Erik Rinsch, a través de una compañía productora llamada 30West, había iniciado la producción de la serie incluso antes de presentar la idea a otras compañías y, crucialmente, antes de firmar el contrato con Netflix.

Aquí es donde entra en escena Keanu Reeves, colaborador previo de Rinsch en “47 Ronin”. El actor se unió al proyecto como co-productor, aportando fondos significativos para que la pareja pudiera completar seis episodios cortos, con duración de 4 a 10 minutos cada uno. Rinsch y su esposa Gabriela Rosés utilizaron estos episodios como base para vender la realización de una temporada completa.

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