“Griselda” ha causado furor en Netflix. La serie, protagonizada por Sofía Vergara como la sanguinaria narcotraficante que instauró un régimen de terror en Miami y se volvió una de las pioneras en la mafia de la cocaína en Estados Unidos, es una de las más vistas en la plataforma.
La serie de Netflix muestra varias facetas en la vida de la colombiana, desde sus tres matrimonios, el asesinato de sus parejas ordenados por ella, la relación con sus hijos y cada actividad que la colocó como una de las figuras más temidas del bajo mundo.
Es así como la producción introduce a Jesús “Chucho” Castro, aliado de Griselda Blanco durante varios años, pero que una vez que intentó alejarse fue traicionado y mandado a matar por la jefa criminal.
¿QUIÉN ES JESÚS “CHUCHO” CASTRO EN “GRISELDA”?
En la serie de Netflix, “Chucho” se presenta como la mano derecha de Griselda, acompañándola en su ascenso en el narcotráfico hasta convertirse en la “Madrina de la cocaína” en Miami, además de ser su guardaespaldas y ejecutor más eficiente.
De hecho, la producción muestra que, sin él, probablemente Griselda no habría llegado tan alto. Aun así, cuando este se separa, la mujer envía a otro sicario para acabar con su vida, pero termina asesinado a Johnny, su pequeño hijo de dos años.
El distanciamiento de Chucho y la decisión de la mujer de mandar a matarlo muestra la crueldad de la mujer, quien no dudó en acabar con dos de sus esposos, así que no es sorpresa que hiciese lo mismo con un aliado.
“CHUCHO” CASTRO EN LA VIDA REAL, SU PELEA CON GRISELDA Y LA MUERTE DE SU HIJO
Jesús Castro fue sicario de Griselda Blanco por varios años, aunque terminó apartándose de esta para vivir una vida alejado de sus actividades. De hecho, llegó a rechazar ayudar a uno de los hijos de la mujer, algo que, dada su posición, resultó una afrenta para ella.
“Jesús lo rechazó (al hijo de Griselda). Él dijo: ‘Me he separado. He cortado los lazos contigo y con tu madre y no eres bienvenido aquí'. Bueno, eso fue ofensivo para Griselda”, comentó Nelson Andreu, jefe retirado de la policía de West Miami, en conversación con CBS News.
Fue por esto que decidió enviar a Jorge “Rivi” Ayala, pero él y su equipo no tuvo éxito, pues aunque consiguieron encontrarlo tras una larga búsqueda, porque se había escondido, no consiguieron matarlo. Sin embargo, acabaron con su pequeño de solo dos años.
“Se detuvieron junto a él cuando él (Chucho) estaba en Dixie Highway, al sur de Dadeland. Ve una furgoneta detenerse junto a la suya. La puerta corredera se abre y hay tres tipos con ametralladoras disparando. Se inclina hacia adelante. El niño (Johnny) sentado en el reposabrazos recibe dos tiros en la cara. Él cae al suelo y es capaz de alejarse de ellos en el tráfico”, añadió el policía, quien investigó la muerte del menor.
Lejos de molestarse con el fracaso en la ejecución, Griselda se mostró feliz con lo ocurrido, pues aseguraba que con la muerte del pequeño, ambos estaban a mano. “Cuando supo que habíamos conseguido al hijo por accidente, dijo que se alegraba, que estaban en paz”, indicó “Rivi” Ayala a la policía.
“Cuando regresaron con Griselda y le dijeron que fallaron con Jesús pero que mataron a su hijo por error, ella estaba extasiada. Dijo ‘Bien, eso es lo que se merecía, rechazó a mi hijo, ¿qué mejor manera de vengarse que matar a su hijo? Ese es el tipo de crueldad y comportamiento que tenía Griselda”, reflexionó Andreu.