En la segunda parte de la quinta temporada de “Lucifer”, Dios (Dennis Haysbert) apareció para detener el enfrentamiento de sus hijos Samael (Tom Ellis), Michael y Amendadiel (DB Woodside). Más tarde, intentó acercarse de distintas formas al protagonista de la serie de Netflix y en proceso perdió sus poderes.
Tras materializarse en la tierra, Dios empezó a perder el control de sus poderes, ponía a bailar a las personas e incluso hizo explotar a Dan por un breve momento debido a que el detective tuvo un amorío con su esposa mientras ella estuvo en el cuerpo de la abogada Charlotte Richards.
Para evitar más errores Dios decidió convertirse en mortal y acompañar a Lucifer y Chloe mientras resolvían un caso. El principal problema surgió cuando olvidó donde guardó sus poderes, sin embargo, gracias a una conversación con Trixie recordó que lo escondió en el sonajero de su nieto Charlie.
Una vez que Dios volvió a ser todopoderoso se marchó para poner en marcha la parte final de su plan.
MICHAEL INTENTÓ MANIPULAR A DIOS
Cuando Amenadiel decidió abandonar el cielo y quedarse en la tierra, Michael aprovechó la oportunidad para convertirse en el nuevo consejero de su padre. Lo que el gemelo de Lucifer quería era sembrar la duda en la mente de Dios sobre la perdida de sus poderes.
Esto provocó que el Todopoderoso decidiera retirarse y dejar que sus hijos escogieran a su sucesor. Al principio, Lucifer creía que su hermano Amenadiel era la mejor opción, pero luego empezó a considerarse para el puesto.
Antes del retiro de su padre, Lucifer envió a Gabriel a buscar a su madre en el otro universo para que se reconciliara con Dios, quien finalmente se fue con ella. Sin Dios en su camino, Michael decidió tomar su lugar, incluso ya tenía a varios ángeles de su lado.
Sin embargo, Lucifer reunió un pequeño ejército, enfrentó a su gemelo y cumplió los deseos de su padre: que sus hijos se pusieran del lado de Lucifer, que el diablo le dijera a Chloe que la ama y se sacrificara por su amor para ganarse la divinidad.