Una opción beneficiosa consiste en reutilizar los dispositivos existentes al actualizar tu tecnología y obtener nuevos equipos para sustituir los antiguos. Por ejemplo, los routers obsoletos pueden ser convertidos en repetidores de señal Wi-Fi, una solución rentable para ampliar el alcance de tu red inalámbrica y mejorar la cobertura en áreas con señal débil.
Darle una segunda vida a tu router viejo no requiere de que seas un experto tecnológico. Basta conocer un par de cositas básicas sobre cómo funciona la red de tu casa u oficina para enlazar el router como repetidor de Internet. Lo que sí necesitarás son los siguientes elementos:
- Un router viejo con firmware compatible con el modo repetidor.
- Un cable Ethernet.
- Acceso a la configuración del router principal.
Asegurado lo anterior, tendrás que seguir estos pasos para completar la configuración y así tener Internet en todos los espacios que necesites.
- Conecta el router viejo al router principal con un cable Ethernet.
- Accede a la configuración del router viejo. Puedes hacerlo a través de la interfaz web del router o mediante la aplicación móvil del fabricante.
- Busca la opción de modo repetidor en la configuración del router. La ubicación de esta opción puede variar según el modelo del router.
- Activa el modo repetidor y selecciona la red Wi-Fi a la que deseas que se conecte el router viejo.
- Introduce la contraseña de la red Wi-Fi principal.
- Guarda los cambios y reinicia el router viejo.
Una vez que hayas configurado el router viejo como repetidor de señal Wi-Fi, deberías notar una mejora en la cobertura de la red. Deberías colocarlo en una ubicación central entre el router principal y las zonas donde la señal es débil y evitar que esté cerca de objetos metálicos o dispositivos electrónicos que puedan interferir con la señal Wi-Fi. Si bien se trata de un router viejo, deberías actualizar el firmware del router viejo con la última versión disponible.
Cómo sacar a los intrusos de tu Wi-Fi
La manera más sencilla es cambiando la contraseña del Wi-Fi. Necesitará acceder a los ajustes de configuración del enrutador (generalmente en una interfaz web), iniciar sesión y cambiar la contraseña de la red. Si no conoce la contraseña de administrador del enrutador, es posible que deba restablecerla a los valores predeterminados de fábrica.
Otra solución es filtrar las direcciones MAC del enrutador. Cada dispositivo inalámbrico tiene una dirección MAC única y algunos enrutadores ofrecen el servicio de prohibir la conexión a dispositivos mediante su código MAC. No todos los rooters cuentan con esta herramienta, así que se trata de un proceso engorroso.