El iPhone X puede ser un buen teléfono, pero no lo suficiente para ayudar a la economía de Apple. Resulta que el gigante de Cupertino ha ordenado la fabricación de 8 millones de unidades entre abril a junio debido al desinterés de los consumidores.
Según la revista Fast Company, Apple busca vender las últimas unidades del iPhone X que siguen en stock desde el año pasado.
Curiosamente esta noticia coincide con el pedido de Apple a Samsung para que redusca el precio de las pantallas OLED, y así bajar el precio de venta de US$999 a US$899. Al parecer el precio execesivo ha espantado a los usuarios que prefieren el iPhone 8 Plus sobre el último dispositivo de Apple.
La estrategia comercial de Apple será acabar de vender el stock de iPhone X disponible para luego lanzar los nuevos equipos a menor precio y reposicionar el nuevo terminal en el mercado.
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