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¿Realmente puede considerarse inteligente ChatGPT? La inteligencia artificial de OpenAI ha sorprendido a más de uno con sus interesantes, coherentes y pertinentes respuestas, pero siempre se pone en duda sobre si llega a tener capacidades cognitivas similares a la de los humanos.
El divulgador científico Javier Santaolalla aborda esta duda a partir de la definición de la inteligencia; es decir, cómo adquiere el ser humano nuevo conocimiento. Santaolalla explica que lo hace a través de la inferencia con tres mecanismo: deducción, inducción y abducción.
La deducción es un proceso en el cual se extraen conclusiones lógicas y necesarias a partir de premisas o afirmaciones generales. Por ejemplo, si se sabe que “todos los hombres son mortales” y “Sócrates es un hombre”, entonces se puede deducir que “Sócrates es mortal”.
La inducción es un proceso en el cual se llega a conclusiones generales o probables a partir de la observación de casos particulares. En la inducción, se infiere una regla general a partir de un número limitado de casos observados. Por ejemplo, si se observa que varios gatos tienen pelo, se puede inducir la conclusión de que “todos los gatos tienen pelo”, aunque existan excepciones.
La abducción es un proceso en el cual se infiere una explicación plausible o hipótesis a partir de una observación o hecho particular. En la abducción, se busca una explicación que sea coherente con la evidencia disponible, aunque no necesariamente sea la única explicación posible o la más probable. Es un razonamiento que involucra la generación de hipótesis o conjeturas. Por ejemplo, si se encuentra un charco de agua en el suelo y el césped está mojado, se puede abducir la hipótesis de que “ha llovido recientemente”.
Volviendo a la inteligencia artificial
ChatGPT, así como el resto de inteligencias artificiales, es capaz de ofrecer respuestas muy elaboradas y hasta sorprendentes pero solo aplicando dos de los tres mecanismos de la inferencia. La tecnología actual aún no es capaz de crear un sistema que aborde la abducción. Es más, si le preguntas al mismo ChatGPT, leerás que advierte de esta barrera en sus capacidades:
“Es importante destacar que ChatGPT es un modelo de lenguaje basado en patrones y datos previos, y su “inteligencia” está limitada al conocimiento y la información a la que ha sido expuesto durante su entrenamiento”.
La inteligencia artificial, por lo tanto, sigue lejos de compararse con la inteligencia humana hasta que la tecnología cree un sistema capaz de hacer hipótesis y conjeturas en vez de limitarse a la repetición de datos. Podemos decir que la capacidad humana de crear conocimiento es algo que las máquinas aún no son capaces de hacer.
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