Protagonizada por Lily Collins, “Emily en Paris” es una comedia romántica de Netflix que sigue a Emily, una joven ejecutiva de Chicago que comienza una nueva etapa en París. Sin embargo equilibrar carrera, amistades y amor no es tarea fácil, en especial cuando tienes que hacer frente a un cambio cultural tan grande.
La historia sigue la vida de una joven millennial que se muda a Paris de Chicago llamada Emily Cooper. Ella es una joven entusiasta de unos veinte años que constantemente vive solucionando problemas de su trabajo y trata de mantener las cosas bajo control a pesar de todo el desastre que provocan sus decisiones.
Si bien la actriz ya había sido conocida en el mundo del espectáculo desde corta edad con su participación en la serie de la BBC “Growing Pains”, antes de ser una celebridad encontró en el periodismo una segunda pasión que desarrolló por algunos años antes de aceptar papeles internacionales en el 2009.
La decisión de intercambiar lugares entre dejar de hacer entrevistas y comenzar a darlas fue sencillo, aunque tuvo que pasar por algunas editoriales antes de levantar su carrera como actriz. Thelist ha hecho una pequeña biografía de la actriz donde menciona sus raíces en el periodismo.
EL TRABAJO DE LILY COLLINS COMO PERIODISTA ANTES DE SER ACTRIZ
La pasión de Lily por el periodismo nació a los quince años, cuando consiguió un trabajo para ELLE Girl UK. Más tarde, informó sobre las elecciones presidenciales de 2008 para Nickelodeon, cubrió las convenciones nacionales demócratas y republicanas en un blog de la revista Seventeen, y fue editora colaboradora de CosmoGirl y Los Angeles Times Magazine.
“Empecé a hacer periodismo para Nickelodeon, Extra, E, varias redes. Fue divertido e interesante porque estaba entrevistando a los mismos actores con los que quería trabajar”, comentó Lily en una entrevista para Momtastic, sin saber que dentro de algunos años estaría del otro lado de la alfombra roja.
Cuando se le dio la oportunidad, ella optó por dejar este trabajo como periodista para seguir su verdadera vocación de ser actriz. En una entrevista para The Globe and Mail, confesó que el haber estado entrevistando a famosos le ayudó a entender mejor el trabajo de los paparazis.
“Definitivamente me hizo sentir más cómoda”, dice Collins. “Sé cuántos niveles hay que responder cuando haces preguntas, y sé que es tu trabajo hacer las preguntas incómodas. Pero también es muy extraño ahora estar del otro lado, porque yo puedo sentir las preguntas que vienen”.
Esto también lo admitió en una entrevista con Andy Cohen en Radio Andy, agregando el estrés que un periodista de la alfombra roja siente cuando está entrevistando a los famosos. Ellos siempre llevan un comunicador en la oreja y el centro de control puede confundirlos al mencionar a tantos nombres a la vez para que los aborden.
Por otro lado, Lily menciona una delgada línea que sintió cuando entrevistaba a actores con los que quería trabajar. Ella pensaba mucho en las preguntas que les haría para que no sea recordada como “Lily, la terrible entrevistadora”, sino que la vean más como una profesional completa, sin presionarlos mucho, pero cumpliendo con su trabajo.
Al final, esta experiencia le sirvió mucho para reconocer y apoyar el trabajo de los entrevistadores pero tener cuidado con las respuestas que da. Ella sabe que siempre buscarán hacer las preguntas difíciles y está completamente preparada porque se las imagina con antelación.