Desde que perdió ante Khabib Nurmagomedov en 2018, ha sido noticia por sus distintos altercados judiciales. Sin embargo, tras más de un año de inactividad, decidió dejar el pasado a un lado y volver a para pelear ante .

Aunque la expectativa por volver a verlo es grande, hará su regreso ante un difícil rival. Y es que Cerrone es un en UFC, que no le huye a ningún rival. Pero, ¿cómo podría desarrollarse la pelea? Aquí las posibles claves.

La presión de McGregor

Si bien Conor McGregor está acostumbrado a llevarse el protagonismo, viene de una inactividad larga y con una derrota en su espalda. Tendrá que manejar la presión y ansiedad, sobre todo teniendo en cuenta que no gana una pelea en UFC desde 2016.

El juego de suelo de Cerrone:

Donald Cerrone, cinturón negro de jiu jitsu (BJJ), tiene la ventaja de manejar bien el juego de suelo y las sumisiones. De sus 36 victorias, 17 han sido por la vía del sometimiento, por lo que ante McGregor existe la posibilidad de que lo lleve abajo. Allí se verá la defensa y bloqueo de Conor.

La pegada y presión de McGregor:

Nadie discute el poder y pegada de Conor McGregor. En la mayoría de sus combates, el irlandés ha ido a presionar desde el primer round e intentarlo acabarlo lo más temprano posible por la vía del nocaut. Son pocas las veces que ‘The Notorius’ ha soportado de tres a cinco rounds y cuando ha sido exigido se ha notado claramente su cansancio.

La división: peso wélter (77 kilos):

Conor McGregor volverá a esta división por tercera vez, las dos anteriores lo hizo en 2016. Aunque no es su categoría natural, ha sabido desenvolverse. En tanto, Cerrone, sí ha tenido más actividad en los 77 kilos. El problema para el irlandés será el corte de peso, pues al no cortar demasiado tendrá más masa muscular, pero mayor será su fatiga.






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