La postergación de no tuvo la mejor repercusión en los deportistas, muchos de ellos se vieron afectados porque echaron a perder el esquema de entrenamientos y preparación previa. es un ejemplo de ello porque estuvo a punto de “tirar la toalla” por un trastorno emocional que le dejó no poder entrar a una piscina en varios meses. Hoy en día, la nadadora argentina superó este problema y se prepara para ser una de las mejores representantes de en los .

Delfina solamente tiene 21 años, pero tiene un alma competitiva que la hace ver como una experimentada. Es una de las apuestas de Argentina para los 400, 800 y 1500 metros libres, su historial deja la esperanza latente de una posible hazaña olímpica. La natación es su verdadera pasión, pero también realiza ciertas actividades en paralelo que la ayudaron a superar una fuerte depresión, las redes sociales y el contacto con el público se volvieron en el mejor apoyo.

Un trastorno emocional que casi la aleja del deporte

La vida de Delfina Pignatiello sufrió un cambio radical de manera inesperada. La postergación de los Juegos Olímpicos hizo que su carrera quede en pausa. Su futuro también estuvo en juego porque lo sucedido fue un golpe en los anhelos de la nadadora. Por su mente pasó la idea de “colgar la toalla” y dejarlo todo.

Delfina sufrió un trastorno emocional después de la cancelación de Tokio 2020. Fueron cerca de 120 días sin tocar el agua tras tantos años de hacerlo de manera constante. A sus 20 años (en aquel entonces), pensó en el retiro para enfocarse en otras actividades.

Felizmente, con la ayuda de los padres y la constante interacción a redes sociales pudo buscar un nuevo pasatiempo que la llevó a seguir enfocadas en sus metas. “Pasé un momento muy duro en la cuarentena. Creía que se iban a cancelar, a aplazar, un montón de cosas. Llegaban fake news por las redes sociales. Por suerte no les di bola y estuve en lo mío y me centré en tratar de ser lo más optimista que pudiera”, señala.

En Instagram también publicó una muestra de amor hacia ellos previo a enfocarse en los Juegos Olímpicos. “Pasaron muchas cosas estos dos últimos años, pero mira mamá todo llega. Gracias por meterme en la pile, dejarme soñar y nunca soltarme la mano”, escribió en sus redes sociales.

Las redes sociales y su contacto con el público

En Twitch, ya superó los 77.000 suscriptores (DelfiPignatiello), en Instagram se muestra ante 564.000 followers. Youtube tampoco es la excepción porque la siguen 31.000 personas. Esta última plataforma fue parte de una serie de capítulos bajo el hashtag #CaminoATokio. Su cuenta más profesional es la de Twitter (@DNPignatiello).

Todo esto se debe a que prefiere eludir a los medios convencionales y prefiere entrevistas más casuales. En general, a cargo de chicos de su generación. El periodismo tradicional la hace sentir limitada. Mucho más, cuando hablan de su futuro. Solo en las zonas mixtas de grandes torneos se ve obligada a analizar carreras y rivales, pero si fuera por ella, dejaría esos análisis solo para sí y sus entrenadores. “Capaz que estoy dibujando mientras que hago stream y salta alguien de la nada y me dice: ‘Che Delfi, ¿cuánto te entrenaste hoy?’ Paraaá”, describió junto a los jóvenes que llevan adelante Doble Mérito, un proyecto de entrevistas en Youtube.

Como toda figura pública, nunca faltan los comentarios desatinados y además, su forma de hablar hace malintencionar a ciertas personas. “En el último año aprendí a no leer y no darle bola a los ‘haters’ (esos “odiadores” que circulan en diferentes plataformas), entonces casi desaparecieron. Siempre hay algún que otro ‘varonil’ que se pasa de la raya con algún comentario que no va, aunque no relacionados tanto con el odio”.

Con el tiempo también aprendió a manejar una cuenta profesional y diferenciarla de las personales, todo esto con el fin de no dañar su imagen pública o tener seguidores que solo busquen criticar por el deporte que practica: “Me gustaría mucho ser free lance, emprendedora. Todo el tiempo estoy haciendo algo, quiero hacer un proyecto o aprender algo nuevo. Creo que me podría manejar bien, sobre todo en Twitch. Estaría todos los días stremeando, pero no hay nada en el mundo como estar en el agua. Por ahora mi camino seguirá siendo como nadadora… hasta que surja el streaming subacuático”, afirma.

Delfina Pignatiello y una gran cantidad de medallas

“No me gusta pensarme como una promesa nacional del deporte, sino como que me encanta entrenarme y competir. Durante los Juegos de la Juventud 2018 me pusieron una mochila que me mataba, ni yo ni nadie la tiene que estar cargando porque nadie te ve en el día a día, solo mira un resultado. Comparto con un círculo de gente muy chico, pero después, cuando ganás la medalla, están todos colgados ahí”, declaró en una entrevista con La Nación.

Se levanta a las 5 de la mañana, su rutina requiere disciplina, constancia y perseverancia. Su carrera en la natación comenzó a los 12 años. Ha participado en tres mundiales, dos de ellos juveniles (2015, 2017) y uno de mayores (2016). Este último año alcanzó el récord argentino en los 800 metros libres.

En 2017, fue parte del Campeonato Mundial Junior de Natación realizado en Indianápolis, Estados Unidos donde se proclamó bicampeona en 800 y 1500 metros. Aquí ganó una medalla de plata en 400 metros. Ha sido abanderada también de su país en los Juegos Suramericanos de la Juventud de 2017 en Santiago de Chile donde obtuvo tres medallas de oro, tres de plata y dos de bronce.

Por si fuera poco, alcanzó también dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018 en la prueba de 800 y 400 metros libres. En los últimos Juegos Panamericanos Lima 2019 se alzó con la medalla de oro en 400 metros libre. La deuda es en los torneos mundiales, Delfina solo ha alcanzado diversas marcas aunque tiene pendiente la obtención de medallas. Eso sí, va por el camino correcto.

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