Una goleada como la que sufrió el Real Madrid en el clásico frente al Barcelona (0-4) siempre deja muchas dudas y análisis de lo ocurrido en busca de culpables dentro de una plantilla en la que el italiano Carlo Ancelotti volvió a demostrar que, a pesar de que la formen 25 futbolistas, hay nueve en los que no confía.
Incluso cuando todo eran buenas noticias en el conjunto blanco, la duda sobre las rotaciones de ‘Carletto’ siempre fue un tema candente, sobre todo con el recuerdo de su segunda temporada en la que, tras un inicio fulgurante con 22 victorias consecutivas y el título del Mundial de Clubes bajo el brazo, el equipo se cayó en el tramo final y decisivo.
Como en aquella campaña 2014-2015, las victorias tapan carencias. La crítica es más difícil en el éxito y a veces puede pasar factura. La remontada frente al París Saint-Germain ocultó 150 minutos de la eliminatoria en los que los franceses fueron superiores y todos los problemas crecieron exponencialmente con un Barcelona que fue netamente superior.
Uno de ellos fue la falta de soluciones efectivas desde el banquillo. Esta vez Ancelotti, quien se caracteriza por mover ficha tarde en los partidos, sí reaccionó al descanso -aunque metió una defensa de tres que tardó segundos en descomponerse-, pero cuando miró a su alrededor en el vestuario vio pocas caras en las que poder confiar.
Solo hay 16 jugadores de la primera plantilla que superan los 1.000 minutos esta temporada, y el último de esta lista es un Eduardo Camavinga que está 56 por encima de la línea que marca este corte.
Dentro de un once tipo, más allá de las ausencias, en las que solo el extremo derecho es el que más se altera en los planes de Ancelotti -Rodrygo o Asensio, ambos con minutos muy parejo (1.631 y 1.652)- los revulsivos en busca de soluciones o descansos suelen ser los mismos.
Cinco cambios permite la normativa y cinco son los futbolistas que suelen aparecer. Además del mencionado Camavinga y de la alternancia en el costado diestro, el uruguayo Fede Valverde y lo españoles Nacho Fernández y Lucas Vázquez son los habituales suplentes, por debajo de los 2.000 minutos, con los que cuenta Carletto.
Sin alternativas en ataque
Dentro de esta corta rotación del italiano, destaca que de los nueve jugadores menos usados de la plantilla cinco son de corte ofensivo. Eden Hazard suma 877 minutos, Luka Jovic 473, Isco Alarcón 342, Gareth Bale 270 y Mariano Díaz 228 en los 42 encuentros que ha disputado el Real Madrid en lo que llevamos de temporada.
Los otros son Ceballos, recuperado en enero tras cinco meses lesionado del tobillo, y un Jesús Vallejo que ejerce de cuarto central de la plantilla. También el ucraniano Andriy Lunin, con solo dos partidos en Copa. Cuando llegó lo ‘serio’ frente al Athletic, Ancelotti optó por Courtois.
Tras la dolorosa derrota frente al Barcelona, el ‘run run’ que rodeaba la resaca madridista era la difícil vida sin un Karim Benzema que se desesperó en uno de los palcos del Bernabéu viendo el rendimiento de su equipo, al que no podía ayudar al estar ausente por la tercera lesión en lo que llevamos de temporada.
La utilización de la plantilla por parte de Ancelotti no muestra la misma confianza. Cierto también que estos datos tienen una doble lectura. Culpa de Ancelotti por no saber sacarle el jugo a la plantilla o que los futbolistas no dan el nivel en el día a día. Ambas con sus aristas, solo el tiempo y cómo acabe la temporada darán con la respuesta definitiva.
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