Sporting Cristal cayó goleado en su visita a Barcelona de Guayaquil por la fase 2 de la Copa Libertadores | Foto: @BarcelonaSC
Sporting Cristal cayó goleado en su visita a Barcelona de Guayaquil por la fase 2 de la Copa Libertadores | Foto: @BarcelonaSC

jugó un partido horrible en Ecuador. Terrible. De verdad, no recuerdo una peor versión de los celestes en los últimos años (¿el 5-0 ante América en 2007 tal vez?). Manuel Barreto se equivocó. Y feo. Colocó una alineación inédita, con cinco defensas y jugadores en posiciones a la que no están acostumbrados. Entonces, reinó el desorden, el caos. Cristal quedó expuesto en el peor escenario posible.

¿Era momento de experimentar? Seguramente Barreto practicó este nuevo esquema e ilusionado –y perdido– en la estratósfera de sus ideas y conceptos futbolísticos, olvidó la esencia terrenal del fútbol, un deporte en el que importa el cómo, pero que básicamente consiste en un enfrentamiento entre dos equipos de 11 jugadores cada uno y que gana el que mete más goles. Eso, Cristal –con ‘estilo’ y objetivo– lo hacía muy bien. Su desdibujada versión del último tramo del año pasado hasta el partido con Barcelona no le hace mérito.

Claro, hablar con el resultado es fácil. Por eso, esta columna no tiene como objetivo destruir a Barreto como DT. Ya depende de los dirigentes decidir el futuro de su entrenador.

Lo que pretende este espacio es invitar al lógicamente decepcionado hincha celeste a seguir apoyando a su equipo. Cristal es un ‘grande’, por su gente, historia e ídolos. Y un golpe como el del jueves duele, pero no tiene por qué tumbarte.

Este plantel tiene jugadores experimentados –algunos destinados a ser leyendas del club– que, de hecho, como referentes, contribuirán desde su posición a ‘levantar’ a los más jóvenes. Es más, ya deben estar trabajando en ello. Porque en la fortaleza del grupo radica el camino a salir adelante. No está mal que la disconformidad del hincha se escuche ante los evidentes errores, pero el aliento nunca debe faltar.

MÁS NOTICIAS