Sporting Cristal venció 2-1 al Barcelona pero no alcanzó para avanzar en la Copa Libertadores | Foto: Cesar Bueno/GEC
Sporting Cristal venció 2-1 al Barcelona pero no alcanzó para avanzar en la Copa Libertadores | Foto: Cesar Bueno/GEC

Pasó lo que tenía que pasar. Lo lógico. quedó eliminado de la Libertadores. El 4-0 en Ecuador pasó factura. Al frente tuvo un equipo que, en una lectura general de la llave, fue superior y avanzó merecidamente a la siguiente fase.

Manuel Barreto volvió a su sistema habitual –al que sus jugadores están acostumbrados– con cuatro al fondo, Cazulo de contención, Távara por izquierda, dos extremos y un ‘punta’ definido. La única ‘sorpresa’, aunque ya había sido titular ante Cusco FC, fue Renato Solís, quien atajó un penal y dos tiros complicadísimos, y terminó siendo la figura celeste.

Es una eliminación especialmente dolorosa porque año a año se espera que Cristal, que en el campeonato local siempre es protagonista con buen juego –‘estilo’–, dé ese salto internacional y luche en la Copa. Y si bien otros años tampoco logró pasar la fase de grupos –el último equipo que lo hizo fue Cusco FC en 2013 (llegó a cuartos)–, en esta edición quedó la sensación de que se dio un paso atrás. Porque otras veces, este equipo competió, pero este año fue superado largamente por un Barcelona que, tal vez, con una urgencia mayor, pudo haber puesto cuarta y repetido en Lima lo hecho en su casa.

Pero el triunfo por lo menos sirve para que el equipo se ‘reconcilie’ con los hinchas en sus casas y los que se hicieron escuchar en las tribunas, pese a los problemas con los permisos del Nacional y los precios. A propósito, ¿eran necesarios esos precios de las entradas? Por lo menos yo, hubiera dispuesto ingreso libre a las populares y/o sacaba una promoción 3x1. Los encargados seguro tuvieron sus razones y consideraron que estas cifras altísimas eran justas por tratarse de la Copa. Es su ‘chamba’ y se respeta. Lo importante es que el aliento nunca falte, como anoche.

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