César Cueto también se refirió a la chance de que llegue Paolo Guerrero. (Foto: Archivo Histórico El Comercio)
César Cueto también se refirió a la chance de que llegue Paolo Guerrero. (Foto: Archivo Histórico El Comercio)

El Club cumple 121 años de vida institucional este martes 15 de febrero y uno de los invitados de lujo, , no podía estar ausente en la serenata. El ‘Poeta’, querido por los amantes del buen pie y respetado por sus rivales, compartió con Depor sus recuerdos futbolísticos en el equipo de sus amores. De aquel muchachito de dieciséis años, tímido, que peloteaba con arcos de piedra en el Rímac, hasta convertirse en un ídolo inmortalizado en la piel de los hinchas, en murales callejeros y retratos en banderolas.

“Alianza siempre será mi casa”, confesó emocionado el también ex mundialista con la selección peruana en Argentina 1978 y España 1982. El ex futbolista repasó su historia con el cuadro íntimo y también evaluó la llegada de y el posible fichaje de .

¿Qué significa Alianza Lima?

Es un club donde viví muchos años. Alianza Lima es la institución donde nací y crecí, y donde se mantiene la idea de familia. Para mí Alianza es todo, pues llegué al club cerca a los once años y he pasado por todas las categorías. Tengo amigos de todos los distritos, con ellos iba a entrenar. El juego siempre para mí fue lo principal, jugar y jugar. Gracias a Dios pude llegar al club y quedarme para crecer como futbolista.

Por la celebración del aniversario, ¿cuál es su mensaje al hincha blanquiazul?

De orgullo y emoción cuando uno habla de su club. Tantos años, desde los inicios de todos los que han pasado por Alianza, de conocerlos, siempre agradecido. A los hinchas, les digo que vivan siempre con gratitud, más allá del calor popular. Alienten y quieran siempre al club, lo primero es creer en Alianza, desearle lo mejor.

¿Qué recuerdos de su niñez... cuando fue por primera vez a entrenar en Alianza Lima?

Yo paraba jugando en el Rímac, en la cuadra dos de Próceres, con los hermanos ‘Babalú' Martínez. Un día me llevaron en bus, me sacaron de mi barrio, de mi tierra, del río, para jugar. Llegué y pasé las pruebas en Alianza, en enero, tenía entre once a doce años. Después me dijeron que me tenía que quedar, así que me sirvió de mucho para desarrollarme. Fue el inicio de tantos años, ahí creció el amor por Alianza.

En Alianza fue recibido por jugadores consagrados como Teófilo Cubillas, ‘Pitín’ Zegarra, ‘Perico’ León, el mismo ‘Babalú' Martínez…

Sí, cuando llegué entrenaba aparte, después comencé a crecer a través de las categorías. Ya cuando iba a entrenar, los veía con admiración al verlos jugar. Tenían una calidad tremenda para jugar. Como personas, también mi admiración, pues apoyaban a todos los menores que iban creciendo.

¿Qué sensaciones tuvo al jugar y compartir vestuarios con los jugadores que admiraba en Alianza?

Concentrar y alternar con ‘Perico’ León, Cubillas, ‘Babalú' Martínez, Baylón, era fácil por el cariño y el mismo sentir del fútbol que teníamos. Cuando debuté a los dieciséis años se transformó mi vida, era diferente, ya alternaba con ellos, era parte del equipo. Me tenían mucho cariño, igual con los que iban creciendo.

¿Quiénes eran los compañeros que más lo aconsejaban?

La gran mayoría se me acercaban, todos, en general. El idioma del fútbol era el mismo, me dejaban jugar libre, no había gritos. Me permitían jugar con mucha libertad, el idioma era lo futbolístico. Todos estaban contentos de ver crecer a César Cueto, lo digo por Teófilo, ‘Perico’, ‘Babalú', ‘Pitín’.

Cueto y un sentimiento

¿Qué hizo con su primera mensualidad como jugador profesional en Alianza?

Me hicieron un contrato juvenil a los dieciséis para diecisiete años. Para mí todo fue muy rápido. Ese mismo año me subieron a Primera División. Agarré casi todo el dinero y se lo regalé a mi madre, era para mí un premio inmenso, después lo usaba para los pasajes. Siempre compartí con mi familia, eso era importante.

¿Cómo reacciona César Cueto al ver su rostro tatuado en la piel de un hincha, representado en una banderola o dibujado en un mural por las calles?

Agradecido, pues es gente muy amable. Es su manera del trato que tienen conmigo por todo el tiempo que jugué en Alianza. Yo también los recibo con cariño.

¿Cuál considera que fue su mejor año futbolístico en Alianza Lima?

Nunca me he puesto a pensar en eso, ya que considero que todos los años fueron bonitos en Alianza Lima. Tengo gratos recuerdos. Entrenaba y jugaba con muchos monstruos adelante. Son recuerdos maravillosos que pasé, y lo que queda es el cariño... disfruté mucho.

Como dice: eran unos ‘monstruos’. ¿Con qué jugador de Alianza Lima se entendió mejor dentro del campo?

Desde los dieciséis años alternaba con muchos. Adelante estaban Teófilo, Baylón, ‘Perico’, ‘Babalú', eran grandes, pero jugaba con ellos y lo hacía con mucha libertad. Fue una cosa maravillosa haber podido alternar con todos ellos. Yo disfrutaba mucho en Alianza Lima. De a poco jugué por izquierda, derecha, centro, hasta de nueve. Todos practicábamos el mismo idioma de juego, con Teófilo hacíamos paredes sin perder nuestra esencia.

El presente que ilusiona

¿Qué expectativas tiene del actual equipo versión 2022?

Ojalá mantengan su juego pícaro. El fútbol de Alianza Lima siempre será igual, podrá cambiar el sistema, habrá otros intérpretes, pero tendrá toque, movilidad, juego en pared, remate al arco y otras virtudes.

¿Qué opina de la reciente incorporación de Cristian Benavente?

Lo he visto muy poco, pero se trata de un futbolista que se ha formado en el exterior. A nivel selección le tocó la más difícil, pues jugaba partidos de veinte a veinticinco minutos. No jugó partidos completos para demostrar sus cualidades. Habrá que buscarle una posición para que demuestre todo su fútbol.

Paolo Guerrero sería el próximo refuerzo de Alianza Lima. ¿Le gustaría verlo en casa junto a Jefferson Farfán?

Ellos pueden jugar juntos como lo hicieron en partidos de presentación, pero pasa por decisión de Paolo Guerrero. A mí también ya me tocó jugar fulbito junto con ellos. Hay que esperar a la decisión que tome (Paolo) y apoyarlo en todo.

¿Todavía queda magia cuando se viste de corto en las ‘pichangas’?

Cada vez menos, ahora juego muy poco. Estuve lesionado. Estoy contento con lo que Dios me ha dado, ahora toca disfrutar con lo que me tocó hacer. A veces me pongo a dominar el balón.

¿Cuál es su función como Embajador en Alianza Lima?

Tanto en Alianza como en la Federación Peruana de Fútbol, doy charlas a los jóvenes, comparto experiencias, vivencias, según el tiempo disponible, ya que dedico el mayor de mi tiempo a la iglesia católica itinerante. Gracia a Dios siempre paro en convivencia, soy catequista en comunidades entre Talara y Chiclayo, así que donde me toque estar, lo haré con gusto.


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