Jefferson Farfán y sus historias en menores de Alianza Lima. (Foto: AFP)
Jefferson Farfán y sus historias en menores de Alianza Lima. (Foto: AFP)

Comienza una nueva historia para él. Luego de 17 años, más de 20 mil minutos de juego, competir en cuatro países (incluyendo Emiratos Árabes) y 12 títulos internacionales, fuera de los números obtenidos con la , vuelve a casa: , un club que le abrió las puertas del mundo y que lo formó para lo que sería una exitosa carrera profesional, junto a profesionales como Julio García, desde las canteras de La Victoria.

El extécnico de menores blanquiazul narró para Depor algunos de los pasajes que más recuerda con la ‘Foquita,’ cuando lo tuvo a su cargo en la Sub-20. Entre las experiencias que considera que marcó al atacante de 36 años fue el viaje a Barcelona, competir con delegaciones del Real Madrid, sin perder su esencia de muchacho pícaro y extrovertido, aquella que se le vio después, cuando todos nosotros gritamos y celebramos su goles con la Blanquirroja, así como en Europa.

Ronaldo y ‘Mi Barrunto’

Cuando era apenas un juvenil (16 años), pasó a entrenar con la Sub-20 de Alianza Lima. Este salto no fue casualidad, pues desde su llegada al club dos años antes, Julio García, a cargo en ese entonces de esa delegación, ya se había percatado de su velocidad, control y, sobre todo, gol. Es aquí donde conoce a Paolo Guerrero y arranca su amistad y competencia por ser el mejor futbolista del Perú.

Jefferson Farfán junto a Julio García y Paolo Guerrero, jugando para la Sub-20 de Alianza Lima. (Foto: Difusión)
Jefferson Farfán junto a Julio García y Paolo Guerrero, jugando para la Sub-20 de Alianza Lima. (Foto: Difusión)

Desde el 2000, tomo a mi cargo a Jefferson Farfán y un año antes a . Ambos querían destacar, así que los motivaba regalándoles videos de las mejores jugadas de Ronaldo, Zidane, entre otros jugadores que durante esos años la rompían en España. Eso les interesaba e incluso aprendían sus jugadas y trataban de imitarlos en los entrenamientos y partidos de menores. Les ayudó a crecer y a motivarse”, comenta García sobre los primeros años de ‘Jeffry’ y Paolo.

Sin embargo, en tiempos en donde la tecnología digital aún no era tan avanzada, este no era el único método que empleaba el estratega con sus dirigidos. Si había algo que todos los muchachos gustaban era la comida marina. Conforme pasaban los entrenamientos, el grupo de categoría 84′ que se había incorporado a los trabajos de la Sub-20 fue ganando mayor protagonismo en los partidos, por lo que Julio pensó que era tiempo de engreírlos por su punto más débil.

A los que veía que se esforzaban también los llevaba a ‘Mi Barrunto’, cuando todavía no era conocido, para que comieran su jalea y su ceviche. En esa época, incluso me daban fiado y hasta lo tomaron en el primer equipo como cábala, porque veían que los muchachos ganaban y de allí comenzaron a ir”, narra entre risas una época de alegrías, en donde lo único que se pensaba era fútbol y más fútbol.

Jefferson Farfán y la delegación de Alianza Lima que viajó a Barcelona. (Foto: Difusión)
Jefferson Farfán y la delegación de Alianza Lima que viajó a Barcelona. (Foto: Difusión)

La prueba en Barcelona

Con una gran camada de jugadores, la trayectoria de le valió ser invitado en el 2001 al Torneo Internacional de Fútbol D’Alcudia (COTIF), certamen que se lleva a cabo en España y que reúne a ocho delegaciones Sub-19 de todo el mundo. Aquella actuación dejó a más de un club y cazatalentos con la intriga de ver más de los blanquiazules, por lo que al año siguiente, esta vez con la generación del 84′, Julio García y 14 muchachos fueron en busca de la gloria a Europa.

Lo hecho en COTIF nos vale una invitación por el club Barcelona para asistir al Trofeo Mediterráneo, al cual sí viajamos con la categoría 84′, aunque Paolo [Guerrero] no se sumó, porque ya se estaba negociando su traspaso al Bayern Munich. El torneo era Sub-19, pero viajamos con muchachos de la Sub-17. Si bien nos llevaron ventaja, pudimos llegar hasta cuartos de final”, recuerda García.

Además de la misma invitación, un periodista catalán y un cazatalentos le pusieron la mira a los peruanos en dicho torneo. sin embargo, no fue hasta el término de su participación que descubren quiénes habrían jalado el ojo del club: “Aunque nos tocaba jugar a las 9 de la mañana, siempre había un viejito que miraba los partidos. Recién cuando fuimos eliminados, supe que se trataba de un cazatalentos y a quien más miró fue a Jefferson”.

Jefferson Farfán viajó a España junto a Julio García, Rinaldo Cruzado, Carlos Fernández y compañía. (Foto: Difusión)
Jefferson Farfán viajó a España junto a Julio García, Rinaldo Cruzado, Carlos Fernández y compañía. (Foto: Difusión)

Esto hizo que Julio, junto a Farfán, , Carlos Fernández y Mario Gonzáles se quedaran por dos semanas más, donde tuvieron la oportunidad de entrenar con las divisiones de menores del Barcelona. Si bien al inicio fueron invitados del club, el profesor García no se conformó con estar como huéspedes en el Camp Nou. “Insistí para que prueben a mis muchachos. Insistí tanto que aceptaron. Cuando les pregunto quiénes pasaron, me dijeron Farfán, Cruzado y Fernández, incluso, el jefe de la unidad de menores hizo una carta para que regresaran”, suspira al contar una historia ahora guardada en el baúl de los recuerdos.

La picardía nunca se fue

Tiempo en adelante, el destino quiso que Jefferson, así como Cruzado y Fernández, no volvieran a España a probar con el Barcelona. Sin embargo, si hay algo que nunca olvidarán y que llevarán consigo fue lo aprendido en aquel viaje y las travesuras que lograron llevar a cabo. Y es que, no importaba si estuvieron en otro país a miles de kilómetros de La Victoria, la picardía jamás debía irse para chicos que tenían calle y talento en los pies.

Como parte de su estancia con los azulgranas, era necesario que pudieran tener la indumentaria correspondiente y se alimentaran como los chicos del club, pero los muchachos de García no se conformaban con esa dieta y “aprovechaban para guardar en su mochila la fruta que habían en los estantes de los camarines”. No obstante, si de travesuras se trata, nada mejor que agotar todos tus viáticos y dejar a cargo al adulto responsable.

(De izquierda a derecha) Julio García, Carlos Fernández, Rinaldo Cruzado y Jefferson Farfán en la Peña Alianza Lima en Barcelona. (Foto: Difusión)
(De izquierda a derecha) Julio García, Carlos Fernández, Rinaldo Cruzado y Jefferson Farfán en la Peña Alianza Lima en Barcelona. (Foto: Difusión)

Se les dio a los muchachos sus viáticos para los días extras que nos quedamos. Como nos hospedábamos en la casa de un familiar de los chicos, debíamos tomar taxi hasta las instalaciones del Barcelona. Al inicio los muchachos decían que no tenían ‘sencillo’ para los traslados, luego confesaron que con ese dinero se compraron zapatillas nuevas de marca y allí se ha ido toda la plata. Jefferson se compró las zapatillas más caras, todavía”, rememora entre risas García.

Los años pasaron, pero la personalidad de Jefferson no se perdió. Luego de casi dos décadas, el muchacho que alguna vez peleó con quedarse con el balón tras un gol y luego se codeó con lo más top del fútbol internacional está de vuelta, presto a defender los colores del club que le hizo ver que tiene todo lo necesario para ser un grande, como sus propios sueños. Comienza una nueva historia de Farfán en La Victoria, una que vuelve a ilusionar al hincha con el título.


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