Orlando Contreras vistió la camiseta de Alianza en el 2009. (Foto: GEC)
Orlando Contreras vistió la camiseta de Alianza en el 2009. (Foto: GEC)

Tras 19 años ininterrumpidos de carrera profesional, anunció que se retira del balompié peruano por, entre otras cosas, no tener la misma motivación de antes. Le ha pasado a muchos futbolistas y ahora ha sido el turno de él. El ‘Chino’, que fue tricampeón con la San Martín y vistió la ‘piel’ de la , le contó a Depor sus mejores y peores momentos como profesional y, por supuesto, la nueva función que cumplirá en la Agremiación de Futbolistas (Safap).

¿Por qué ahora tomar la decisión de dejar el fútbol?

Yo creo que cuando estás en determinada edad dentro del fútbol, que es una carrera corta, el retiro siempre ronda tu cabeza. Ahora pasa que prefiero dejarlo yo, antes que el fútbol me deje a mí y terminar yendo a lugares donde no quiero ir, o aceptando condiciones que yo no considere que son las adecuadas para mi carrera. Gracias a Dios me preparé. Tengo una opción laboral concreta que es como vicepresidente de la Agremiación de Futbolistas (Safap) y aparte un proyecto personal que es de suplementos deportivos. Mi salida ya estaba encaminada y al no haber tenido un buen 2020 y tener opciones limitadas para jugar, ya no quise esperar más y di este paso que es súper triste, pero creo que es el momento adecuado.

¿Hablaste con tu familia sobre esta decisión?

Se los comenté. Ellos siempre han sido bastantes respetuosos de mi carrera. Ellos siempre me dijeron, igual mis papás, mientras me haga feliz, mientras yo esté bien, que siga dándole. El fútbol tiene un techo y después empieza a caer un poco. Entre mi rendimiento y las condiciones laborales, o en las circunstancias en la que estaba en los clubes, ya dejé de disfrutarlo bastante. Al final terminó siendo una decisión mía y bien analizada.

¿Tenías propuestas de Liga 1 para seguir jugando?

La verdad, no. Y ni siquiera busqué. Normalmente como futbolistas profesionales se va acerando a fin de año y buscas o te contactas con un representante, o en la Liga 2. En mí caso la verdad es que ni me moví, no intenté y no apareció nada.

¿Cuánto te costó debutar a la Primera División?

Jugué dos años en Segunda y después tengo un lapso de seis meses en los que no juego. Yo prácticamente había tirado la toalla. Tenía 21 años y justo para cumplir 22, de casualidad mi papá conoce al profesor ‘Rafo’ Castillo, que estaba en Unión Huaral y me consigue una prueba. Allí es donde yo retomo, voy y arranco mi carrera. No fue fácil, porque muchos jugadores llegan y no destacan. Mi carrera siempre fue tropiezo y levantarse. La verdad que no fue fácil debutar, mantenerme. Nunca fui un virtuoso, pero creo que tenía el temperamento para competir siempre.

¿Te imaginaste alguna vez que hubiera pasado si tú papá no conocía a ‘Rafo’ Castillo? ¿A qué te hubieras dedicado?

Me hubiera dedicado a los estudios. O de repente si no me hubiesen aceptado en esa prueba, mi vida siempre va estar ligada al deporte. Soy una persona súper activa. Si no hago deporte, me dan ganas de pelearme con todo el mundo. De todas maneras, hubiera encarado alguna carrera siempre vinculada al deporte. La parte académica es súper importante, así que sí creo que entre universidad y artes marciales, por ahí hubiera ido la cosa.

¿Cómo fue tu etapa en San Martín, donde conseguiste tres títulos nacionales?

Curioso porque arrancó el año de suplente y empiezo a pelear mi puesto con Jorge Reyes, Chacón, unos centrales de un nivel altísimo. La competencia era súper dura, hasta que me adueño del puesto y salimos campeones. Igual el año siguiente y me nombran hasta mejor jugador del campeonato. Definitivamente fueron mis mejores años en la San Martín. Creo que mi rendimiento más alto, con torneos internacionales y Eliminatorias. Tengo un recuerdo muy agradable de ese equipo porque éramos una máquina. Se hacía muy fácil jugar ahí.

¿Cómo consideras su paso por Alianza, a pesar de que fuiste subcampeón?

Es uno de los logros más grandes de mi carrera. Yo siempre fui hincha confeso de Alianza. Además, yo llego como refuerzo del año, porque tenían un plantel súper amplio. Lo que me cuestionan un poco es porque tengo una lesión, me rompo los meniscos de la rodilla.

¿Y cómo se da tu llegada?

En esa época, trabajaba con un representante que se llama Guillermo Cuellar y es él, que tenía acercamiento con Alianza, que me dice que había esta opción. Yo negocio con San Martín, porque después de haber salido bicampeón, querían que me quedará, pero la oferta económica y el hinchaje, me sedujeron. Ya después con la lesión y algunos inconvenientes que tuve con directivas en Alianza, decido regresar a San Martín.

Llegaste a la Selección, ¿pero crees que te hubiera gustado jugar más partidos?

Yo creo que todo se da por algo. Tengo la satisfacción de poder decir que jugué en la época de Claudio (Pizarro), del mejor ‘Mudo’ Rodríguez, de Zambrano. Eran jugadores que estaban en un nivel altísimo. Yo era convocado siempre. Ni siquiera miraba las convocatorias porque sabía que siempre estaba. El tema es que en mi puesto, en esa época, estaba Zambrano jugando en Alemania y Rodríguez en Portugal, en un nivel altísimo los dos, en campeonatos europeos. Y si bien yo estaba compitiendo parejo acá en Perú y en torneos internacionales, yo sabía que ellos tenían la prioridad porque venían de Europa. Entonces, no me queda ningún tipo de reproche. Después, cuando llega Markarián, era convocado siempre, jugué varios amistosos, contra Messi, etc. Obviamente me hubiera encantado jugar más, pero estoy súper satisfecho con lo que hice.

Hasta te diste el lujo de anotar a Panamá, en un amistoso...

Es gracioso porque yo en toda mi carrera, en mis 19 años contando los dos años de Segunda, solamente tengo cinco goles: cuatro en Primera y un gol con la selección, que lo cuento porque es anecdótico. Nunca fui un jugador con mucho gol y haber podido anotar uno con la selección, así haya sido un amistoso, es algo que te queda para toda la vida. No lo olvidas jamás.

¿Recuerdas qué te dijeron en el camerino aquella vez?

Siempre he sido un jugador súper amiguero, bromista. Es más, ahora Rinaldo Cruzado me etiquetó en Twitter justo celebrando ese gol y veo que mis compañeros en la celebración me habrán metido, no te miento, 50 puñetes bromeando. Siempre me sentí muy querido, que es una de las cosas que me deja el fútbol como un logro. Es mi logro más grande poder recibir tantas muestras de cariño, mensajes que dicen que algo bien hiciste.

Siendo hincha de Alianza, ¿cómo tomaste el descenso?

Triste, muy triste. En casa, mis papás son hinchas de Alianza a muerte. Yo también, aunque con los años bajó un poco mi hinchaje, por lo mismo que te vuelves más profesional y tienes que dejar eso un poco de lado. Pero obviamente siempre le deseo lo mejor a Alianza, y que haya descendido es triste. Pero también veo estas situaciones tan adversas como una posibilidad de reinsertarse y de volver mucho más fuerte. Alianza es una institución tan grande y querida que este paso por Segunda va a ser que afine cosas y que esté donde realmente tiene que estar.

Muy pocas personas saben, pero te gusta las artes marciales...

Siempre me gustaron. Es más, considero que todos los niños deberían aprender porque les da un temperamento, una personalidad distinta, que muchas veces en el fútbol peruano, creo que es lo que nosotros tendríamos que trabajar esa personalidad de pararte en frente de quien sea e ir a competir de igual a igual. Eso me dieron las artes marciales. Yo comencé practicando un poco de muay thai, después boxeo, MMA y jiujitsu.

¿Estarías preparado para un pelea en una jaula?

(Risas) No, no. Hoy por hoy mi única intención de hacer artes marciales mixtas es hacer deporte, moverme, dormir un poco a mis demonios internos, pero siempre de hobby, no tengo ninguna intención de competir, ni de agarrarme a golpes con alguien.

¿En algún momento de tu carrera se te subieron los humos?

Por supuesto. Es difícil que no pase porque en el fútbol eres mediático, tienes buenos ingresos, sales en la ‘tele’, es imposible que no te maree un poquito. Gracias a Dios que fue poco. Siempre tuve buenos cables a tierra que me aterrizaron y me pusieron en mi sitio, que es lo que todo el mundo debería tener. Todo jugador del fútbol profesional debería tener unos pilares, o un camino, o personas que en los momentos difíciles, cuando te desvías un poquito, te vuelvan a la realidad.

¿Quiénes fueron tus cables a tierra?

Mi esposa, mis papás, amigos, mis hijos. Siempre hay personas que en esos momentos oscuros te prenden una lucecita y te dicen “por acá es el camino”. Así que con ellos super agradecidos.

En algún momento de tu carrera, ¿se te pasó por la cabeza dejar el fútbol?

No, la verdad que el fútbol siempre fue mi vida, y hasta el día de hoy nunca me hubiera imaginado que mi vida no dependiera del fútbol. Yo podía tener el problema más grande del mundo, pero hacía un buen partido y todo se solucionaba. Nunca me imaginé dejándolo. Es más, está es una decisión triste. Obviamente hay cosas peores, sobre todo en la coyuntura que estamos viviendo, pero asumimos como valientes esta etapa, este cambio. Pero dejar el fútbol, imposible. Siempre peleé por un puesto. Cuando nacieron mis hijos más aún, porque soy el sostén de mi familia y el fútbol era lo que me hacía proveer en mi casa.

¿Tuviste la posibilidad de jugar en el exterior?

Me vinieron a ver del Anderlecht y del Brujas de Bélgica. Por diferentes motivos, no se pudo cerrar la contratación. Después, cuando tuve una chance concreta para ir a Turquía, pero el club donde estaba no me dio el permiso para salir, pidió mucha plata y por cosas de la vida no llegué a salir de Perú. Creo que hice buenos años para tener la oportunidad.

Ahora, ¿cómo así se da la chance de ir a Safap?

Roberto Silva es el presidente del gremio y yo tengo una amistad muy grande, que formamos en San Martín. Él, al haber un cambio de directiva, me invita a formar parte. Él sabía que yo había terminado mi maestría en la UPC de Gestión Deportiva, y sabía que yo estaba llevando varios diplomados referentes siempre a deporte. Entonces me invita a participar y, con la salida de Carlos Lobatón, que él era el vicepresidente en ese momento hasta que pasa a trabajar a Cristal, asumo yo la vicepresidencia y a un cargo como gerente de comunicación. Esa es mi principal salida hoy.

¿Cómo te metes de lleno en la exportación de suplementos?

Ya estoy trabajando. Es una empresa familiar creada por mi papá. Él tiene una droguería e importa diferentes productos farmacéuticos, y se dio la posibilidad de traer una súper marca de Brasil, que se llama vitafor. Y acá cree una distribuidora que se llama vifit, y esta marca se dedica a distribuir estos suplementos de manera exclusiva. Entonces, es un mundo que me encanta porque también llevé cursos de nutrición deportiva, me gusta la industria de la salud, del deporte, del fitness. Ahí hay un trabajo súper interesante de ciencia, de trabajo con nutricionistas, de ayudar a chicos que puedan formarse como atletas con entrenamiento, alimentación y estos complementos. Me siento como pez en el agua trabajando ahí.

Aparte de jugar, ¿qué es lo que más vas a extrañar del fútbol?

Yo creo que el camarín, la convivencia con mis compañeros. Lo que nos da el fútbol es la posibilidad de ser un niño, de mantenerte siendo un niño, siendo adulto. El bailar, los apodos, el compartir con 30 chicos jugando a la pelota. El mismo nombre lo dice: juegan. Entonces lo que más voy a extrañar es compartir con mis compañeros, ponerles apodos, hacerles bromas. Yo siempre fui bastante pesado.

El 'Chino' Contreras anotó un solo gol con la camiseta de Perú: fue en un amistoso a Panamá.
El 'Chino' Contreras anotó un solo gol con la camiseta de Perú: fue en un amistoso a Panamá.


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