En un inicio me pretendieron engañar. Leía una y otra vez que Perú no daba - por cuestiones logísticas y de organización - para albergar la final de la entre , sobre todo para acoger a las hinchadas de ambos equipos, la brasilera con casi 40 millones de fanáticos repartidos alrededor del mundo.

Cuando se anunció que el Estadio Monumental iba a hacer la sede para tener un suceso de tal magnitud como la final de la Copa Libertadores 2019 entre y Flamengo, en el mismo día con otros eventos como el Vivo x el Rock (concierto que reunió a más de 50 mil personas), Una noche de salsa y la Marcha por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, entre otros, una cosa me vino a la mente. ¿Si no se puede hacer un clásico entre Universitario de Deportes contra Alianza Lima con ambas fanaticadas desde hace años por supuestas faltas de garantías, por que sí se aprueba un choque entre el ‘Mengao’ y millonarios en Lima con tan poco tiempo de antelación?

CONMEBOL nos bendijo, siendo más que generosos, pese a quitarnos una final de la Sudamericana en el Nacional hace poco y dándosela a Asunción, y mucho tuvo que ver el compromiso del presidente Martín Vizcarra. Alejandro Domínguez, mandamás de CONMEBOL, dijo que en todo momento recibió una mano al hombro de parte del gobernante nacional, quien tomó como un compromiso la realización de la final de Copa. Fue menos de un mes que en Lima ‘se pusieron’ las pilas y avanzaron una organización a tiempo récord para el River ante el ‘Fla’.

A empujar el carro para que vuelva la fiesta al 'U'-Alianza

La Municipalidad de Lima, altos jefes de la Policía Nacional del Perú (PNP) y otras autoridades aparecían una y otra vez en enlaces televisivos explicando todas las previsiones para el encuentro. Rutas exclusivas para la llegada al estadio, planes de desvíos para que ambas hinchadas no se encuentren y hasta arreglos en el Monumental fueron parte de los detalles que se dieron. Todo fue una fiesta (menos que a los hinchas les quitaron sus banderas al ingresar) e incluso miembros de policía local recibieron aplausos tras el encuentro.

Luego de esta experiencia, ¿por qué no dar paso a la vuelta de un clásico entre y Alianza con las dos hinchadas en un mismo estadio? ¿Por qué se sigue con el pesimismo y pensamiento que no se puede? ¿Por qué las ganas que puso la PNP para la final de la Copa Libertadores no las puede poner para el desarrollo, con normalidad, de un enfrentamiento entre los ‘compadres’? ¿Qué hay para que nieguen una y otras vez las autorizaciones para el partido?

Cuando todas las partes colaboran, como ya se ha demostrado con la disposición para la Libertadores de América, las cosas se pueden hacer de la mejor manera. Entonces, ¿por qué la negativa que regrese la fiesta del fútbol peruano? Parte tiene que ver con el pensar de nuestras autoridades. Por ejemplo, en entrevista con DirecTV, el coronel PNP Percy Tenorio declaró que “el bombo, la tarola y el clarín son instrumentos que motivan al enfrentamiento”. Increíble. Tampoco hay que dejar de lado a los pseudo-hinchas, aquellos que piensan que la rivalidad va más allá de un partido de fútbol. Todo debe cambiar. Todo, de parte de un sector y el otro. La Libertadores es la prueba que, si se quiere, hay motivos para aferrarse a un futuro prometedor.

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