Retrato de una hazaña: Heung Min Son, el héroe enmascarado que hizo rugir a los ‘Tigres del Oriente’

Los ‘tigres de Oriente’ necesitaban la victoria para soñar con octavos de final, hazaña que parecía lejana cuando Ricardo Horta anotó a los 5′ de juego. Kim Young Gwon volvía a poner todo en igualdad a los 27′ tras un rebote en el área luego de un tiro de esquina; sin embargo, el empate no le servía a los asiáticos. El marcador parecía que no se iba a mover más, pero Son apareció cuando su selección más lo necesitaba con una jugada que solo él podía hacer en la selección coreana.

Las lágrimas de Son al acabar el partido reflejan todo la emoción y la angustia liberada que tenía, aunque para agregarle más heroísmo al asunto, los dirigidos por Paulo Bentos tuvieron que esperar un poco más para redondear la gesta. Con el 2-1 estaba en octavos, pero dependían de que Uruguay no marque más ante Ghana (2-0). Faltaban seis minutos en aquel partido y los jugadores coreanos se juntaron en la mitad de la cancha con tablet en mano para ver el desenlace final.

Momentos de tensión que al final fueron liberados en gritos, abrazos y más llantos. Corea del Sur se metía por tercera vez en su historia a unos octavos de final de un Mundial (lo hicieron en 2002 cuando fueron terceros; y en 2010 se quedaron en dicha fase). Las cámaras buscaban a Son, quien ya se había quitado la máscara para celebrar con sus compañeros.

Del llanto a la alegría

Las lágrimas de Son ya habían sido retratadas en el Mundial pasado. Luego de la derrota de su país ante México en fase de grupos, los asiáticos estaban prácticamente eliminados y el jugador de los Spurs rompió en llanto en los camerinos. Tenía 26 años y sabía lo que significaba: debía hacer un lado su carrera de futbolista para realizar el servicio militar obligatorio de dos años.

Son tenía que seguir al pie de la letra las leyes de su país, esa que dice que todos los hombres deben realizar el servicio militar obligatorio antes de los 28 años. El extremo se aferraba a una epopeya como la del 2002, cuando su selección llegó a las semifinales del Mundial y el gobierno les dio una exención especial por el esfuerzo realizado para representar a su país.

La hazaña no ocurrió, quedaron eliminados en fase de grupos y todo hacía indicar que su carrera en Tottenham se debía parar por dos años. Solo le quedaba una última ‘bala’: el oro en los Juegos Asiáticos (la otra opción era una medalla olímpica) para saltar el servicio militar y solo realizar cuatro semanas de entrenamiento básico..

Rusia 2018 acabó y Son se preparó entre agosto y septiembre para afrontar los Juegos Asiáticos con su país en Indonesia. Era su última oportunidad y como un guion de película lo consiguió: los ‘tigres del Oriente’ ganaron 2-1 en la prórroga a Japón y ganaron la medalla de oro. “Es el día más feliz de mi vida”, dijo Son luego de colgarse la dorada y librarse del servicio militar.

Es además, hasta la fecha, el logro máximo que ha conseguido Son con su país (la medalla de los Juegos Asiáticos). Desde que debutó con su selección en 2010, ha participado en la Copa Asiática 2011 (tercer lugar), Brasil 2014 (primera ronda), Copa Asiática 2015 (subcampeón), Juegos Olímpicos 2016 (cuartos de final), Rusia 2018 (primera fase) y la Copa Asiática 2019 (cuartos de final).

Servicio con honores

Aunque se libró de dos años de servicio militar, Son sí debía hacer un entrenamiento básico de menos de un mes, y aprovechando el primer periodo de la pandemia, el surcoreano se enroló en las fuerzas. Heung Min Son estuvo tres semanas en la isla de Jeju cumpliendo con sus obligaciones y acabó el entrenamiento, recibiendo una condecoración por su puntería, después de hacer el ejercicio práctico sin un solo fallo y siendo el mejor de su promoción.

“Recibió el premio ‘Pilsung’, que es uno de los cinco tipos de premios para los mejores artistas. Todos los cursos fueron juzgados de manera justa y estricta, y sus oficiales de entrenamiento militar han dicho que pasó por el entrenamiento fielmente”, sentenció un oficial de marina al diario ‘Korea Herald’.

Entre los ejercicios que hizo Son durante las tres semanas que duró su entrenamiento militar tuvo que hacer entrenamiento de tiro y bayoneta, entrenamiento químico, biológico y radiológico, combate individual y entrenamiento de primeros auxilios.

Casi no llega al Mundial

En los últimos meses antes de la máxima cita en Qatar, una ola de lesiones azotó a varias selecciones del primer mundo. Cada semana que pasaba, otra figura se baja del Mundial por lesión. Corea del Sur estuvo a punto de no tener a su máximo referente en cancha. El 1 de noviembre en la Champions League, Son sufrió un fuerte choque con Chancel Mbemba que le impidió seguir en el campo.

El peor temor de los surcoreanos se hacía realidad: fractura en el saco ocular, que requería cirugía, pero no confirmaban tiempo de recuperación. Todos en Corea del Sur empezaban a preocuparse por no tener a Son, jugador activo con más partidos en el seleccionado (más de 100 participaciones oficiales) y máximo goleador con 35 tantos. Un par de días después, el alivio apareció.

“Jugar para tu país en la Copa del Mundo es el sueño de tantos niños mientras crecía, como también lo fue el mío. No me perderé esto por nada del mundo. No puedo esperar para representar a nuestro hermoso país, nos vemos pronto”, escribió el futbolista de 30 años en su Instagram. Confirmó su presencia en Qatar, pero debía hacerlo con un protector facial.

Era la única forma de asegurar su participación, portando una máscara facial, a lo Gianluca Lapadula. Le cubre los principales huesos de la cara y los ojos para evitar problemas en el contacto con los rivales. Y si bien le costó entrar en el juego durante los dos primeros partidos (no marcó goles ni asistencias), ante la Portugal de Cristiano Ronaldo se destapó y el propio ‘Bicho’ se lo reconoció.

Gigantes asiáticos

Corea del Sur se une al ‘boom asiático’ que viene dando la hora en Qatar 2022. En la fase de grupos, hubo varias ‘batacazos’ que las seleccionados asiáticos dieron: la victoria de Arabia Saudita sobre Argentina, la de Australia (que pertenece a la Confederación Asiática) sobre Dinamarca, la de Irán sobre Gales y la de Japón sobre Alemania y España.

Los ‘tigres de Oriente’ se unen a Japón y a Australia en octavos de final, siendo ya de por sí la mejor participación las naciones asiáticas en Mundiales (nunca había habido tres en esta fase). A los surcoreanos les tocará enfrentarse a Brasil, uno de los candidatos al título, pero que llegan mermados por la sorpresiva derrota ante Camerún. Dependerá de Son y compañía seguir haciendo historia.

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