Un cara a cara con mucha intensidad. El boxeador mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez aseguró este viernes que quiere acabar con la carrera del veterano Gennady Golovkin en el esperado tercer combate entre ambos de septiembre en Las Vegas.
Cuatro años después de su última pelea, ambos púgiles protagonizaron un tenso reencuentro en la presentación oficial del cierre de la trilogía, que tendrá lugar el 17 de septiembre en el T-Mobile Arena.
El primer enfrentamiento entre el mexicano, de 31 años, y el kazajo, de 40, acabó con un polémico empate en 2017, con muchos expertos dando como ganador a Golovkin.
El segundo, celebrado un año después, finalizó con un triunfo por decisión unánime de Álvarez, quien ahora, convertido en campeón indiscutible del peso supermedio, quiere zanjar cualquier duda de su superioridad por la vía del nocáut.
“Eso es lo que buscaré desde el primer asalto”, aseguró ‘Canelo’ en un encuentro con periodistas el viernes en un teatro de Los Ángeles (California).
Poco después, el de Guadalajara sostuvo en el escenario un cara a cara de dos minutos con Golovkin, a quien descalificó por algunos comentarios efectuados en el marco de esta larga y enconada rivalidad.
“Para mí esto es personal. Es mi forma de ser. No pretendo ser otra persona o decir cosas diferentes en los medios de comunicación o en otro lugar”, afirmó Álvarez. “Es personal para mí porque dijo muchas cosas”.
“Él es como dos personas diferentes. Pretende ser un buen tipo pero no lo es. Es un pendejo”, dijo ‘Canelo’, con solo una silla interponiéndose con el kazajo.
El mexicano, que necesita un triunfo para olvidar su sorprendente derrota de mayo ante el ruso Dmitry Bivol, recalcó que quiere enviar al retiro a Golovkin con una victoria por la vía rápida.
“Y lo lograré con seguridad”, afirmó. “Esa es la única forma en que quiero terminar esta pelea”.
“Yo no me lo tomo como algo personal”, le respondió Golovkin. “Esto es deporte. No trato de ser dos tipos diferentes como se ha dicho”.
“No entiendo de qué está hablando porque después del segundo combate nos dimos la mano y creo que dejamos todo atrás en ese momento”, afirmó. “Si él dice que todavía tiene algo contra mí, es su problema no el mío”.