Muchos creen que son hermanos, pero Juan Carlos y Javier Uribe son solo amigos. Se conocieron cuando eran pequeños y desde entonces nació la complicidad entre ellos. Esto, sin duda, será esencial para su incursión en el , donde son claros candidatos para ganar la categoría UTV.

A bordo de un Can-Am Maverick X3 Turbo, los iqueños tienen como meta ganar las tres etapas que pasarán por su terreno. El hecho de entrenar todas las semanas en las dunas los hace los favoritos.

Además, conocen el terreno pues la Baja Inka se llevó a cabo ahí. Fue justamente ahí donde consiguieron la wildcard para el Rally Dakar 2018, lo que les facilitó una rebaja en la cuota de inscripción, que asciende a más de 20 mil dólares.

"La meta es terminar la carrera, en Mendoza, Argentina", señala el copiloto, Javier Uribe. Y él sabe de lo que habla pues uno de los secretos que tiene para cada competencia es mostrada en sueños.

"Suelo tener premoniciones. Soñé que nos iba a ir bien en la Baja Inka y que estaríamos en el Dakar. No me equivoqué", agregó. Habrá que ver la carrera para saber si es que las visiones los hacen tener un buen papel en su debut.

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