El español Gerard Farrés se llevó el premio al piloto más ingenioso del Rally Dakar 2018. El motociclista de KTM innovó con una curiosa técnica, en la que usa las nubes para guiarse y orientarse en las etapas de navegación. Y, a pesar de lo inusual, le ha servido en la carrera.
Al tomar como referencia a las nubes en el cielo y no guiarse por las huellas de las ruedas de otros pilotos, Farrés pudo orientarse por el laberinto de ríos secos que tenía la etapa 10. Terminó en tercer lugar, suficiente para escalar a la cuarta posición de la clasificación general.
Farrés, tercero en el último Dakar, confesó que las referencias visuales es un arte de navegación que le ha enseñado Miguel Puertas, su compañero de equipo. Él viene del mundo de la aviación.
"He tomado alguna referencia de nubes. Me he salido de las huellas y a veces buscaba esas referencias porque no había montañas y me iba muy bien. Me daba confianza porque a cada kilómetro que pasaba, los puntos de paso se abrían y me hacía sentir mejor", señaló Farrés a EFE.
El catalán valoró que gracias a técnicas como esa le salió "una etapa perfecta, con cero errores", cuando otros pilotos experimentados y más rápidos, como el español Joan Barreda y el argentino Kevin Benavides (Honda) terminaron desviados hasta a diez kilómetros de la ruta correcta.
"Coge una nube, el sol, lo que quieras, pero coge una referencia visual cuando no tengas al frente una montaña. Sabemos que no tenemos la velocidad que tienen otros pilotos, pero sí tenemos más consistencia y más seguridad. Farrés no ha tenido ninguna caída importante en el Dakar. Su navegación ha sido casi perfecta", finalizó Puertas.