Un verdadero problema es el que tiene el nadador olímpico, Ryan Lochte, tras competir en Río 2016. El 12 veces medallista había comentado a la televisión norteamericana – junto a su compañero Feinge – que habían sido asaltados junto a tres compañeros por unos seudos policías tras salir de una fiesta, sin embargo, un video de la Villa Olímpica ha demostrado que sus declaraciones habrían sido falsas y, por ello, la justicia brasileña ordenó un impedimento de salida.
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El pasado domingo 14 de agosto, ambos nadadores denunciaron lo siguiente, "unos sujetos detuvieron nuestro taxi. Llevaban distintivos de la policía, pero no tenían ni sirena ni nada aparte de ese distintivo y nos hicieron salir", contaron. "Sacaron armas y le dijeron a los otros nadadores que se echasen al suelo. Lo hicieron. Yo me negué porque no había hecho nada malo", agregó el atleta de 32 años. Asimismo, señaló que se llevaron sus billeteras, con unos 700 dólares. Por cierto, no denunciaron el hecho ante las autoridades.
De inmediato, la denuncia ocupó portadas y notas en diarios en todas partes del mundo y, por lo tanto, las autoridades brasileñas pusieron manos a la obra para investigar y resolver el hecho. Pues bien, según la justicia, Lochte y compañía no cooperaron con la investigación porque dijeron que no recordaban el color del taxi, el rostro de los falsos policías ni la hora del suceso. Además, en lo poco que dijeron se habrían contradicho.
El diario inglés, 'Daily Mail', logró tener acceso a las cámaras de video vigilancia de la entrada a la Villa Olímpica. Estas imágenes demostraron que lo declarado por el nadador olímpico fue falso. En el contenido, cuyo registro empieza a las 6:56 a.m. del día de la discordia – tan solo horas después del supuesto atraco – se aprecia a los cuatro nadadores involucrados, Lotche, Bentz, Conger y Feigen, ingresando al recinto.
Los medallistas dejaron sus teléfonos y llaves en los recintos plásticos utilizados en el control de seguridad. Además, se olvidaron sacar sus correas y relojes, hecho que despertó la veracidad de la historia. Además, Lochte bromeaba con Feigen, 'golpeándolo' con su credencial, la cual estaba dentro de una billetera.
"Pueden ver la llegada de las supuestas víctimas sin signos de haber sido física ó psicológicamente agregidos", estableció la Jueza Keyla Blanc de Cnop en un comunicado. "Incluso bromean entre ellos", agregó en referencia al video.
Ante estos hechos, la justicia brasileña decidió interponer una orden de impedimento de salida contra los norteamericanos. Casualmente, cuando las autoridades fueron a confiscar sus pasaportes, el equipo de natación ya no se encontraba en el recinto.
"El equipo de natación se retiró ni bien terminó la competencia, por lo tanto, no podíamos hacer que los atletas estuvieran disponibles", comunicó un vocero del Comité Olímpico de Estados Unidos, Patrick Sandusky. "Además, por seguridad, no hacemos público los planes de viaje de los atletas y, por lo tanto, no podemos confirmar su ubicación actual", agregó.
Pues bien, el padre del deportista de 32 años, Steve Lochte, confirmó en una entrevista a la agencia 'Associated Press' que su hijo abandonó el país vecino y arribó a Estados Unidos el martes. Jeff Ostrow, abogado del medallista olímpico, dijo que la acusación es ridícula y que Brasil ya tiene suficientes problemas como para seguir con este ridículo caso. André Buonora, procurador de Río ha indicado que ambos nadadores podrían ser denunciados por Difamación. Más aún, la jueza del caso enviará una carta rogatoria para que el campeón olímpico declare en su país.
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