Las mentiras tienen patas cortas y eso ha quedado demostrado en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Los nadadores norteamericanos Gunnar Bentz y Jack Conger fueron desembarcados del avión por la policía brasileña cuando se disponían a regresar a su país por difamación.
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"Unos sujetos detuvieron nuestro taxi. Llevaban distintivos de la policía, pero no tenían ni sirena ni nada aparte de ese distintivo y nos hicieron salir", habían declarado Ryan Lochte y Jimmy Feingen – compañeros del equipo que conquistó la medalla de oro en la prueba 4x200 en natación – a la cadena NBC.
"Sacaron armas y le dijeron a los otros nadadores que se echasen al suelo. Lo hicieron. Yo me negué porque no había hecho nada malo", agregó el atleta de 32 años. De inmediato, la denuncia acaparó la atención de todos los medios y la justicia brasileña puso manos a la obra para investigar lo sucedido.
Al ser interrogados, los atletas se contradijeron entre sí y no contribuyeron con las autoridades, pues decían que no recordaban el color del taxi, los rostros de los falsos policías ni la hora del suceso. Además, un video en la entrada de la Villa Olímpica demostró que los nadadores sí habían ingresado con todas sus pertenencias, "Pueden ver la llegada de las supuestas víctimas sin signos de haber sido física ó psicológicamente agregidos", indicó la jueza del caso. Mas aún, la denuncia del dueño de la gasolinera, que también tenía cámaras y grabó todo el incidente, desmontaron la mentira.
Con esa información, la justicia local impuso impedimento de salida sobre los cuatro nadadores y acudió a la Villa Olímpica para retener los pasaportes, sin embargo, Lochte ya había regresado a Estados Unidos. Bentz y Conger ya no se encontraban en el lugar. Aún no se sabe si Feinge permanece en Río.
"El equipo de natación se retiró ni bien terminó la competencia, por lo tanto, no podíamos hacer que los atletas estuvieran disponibles" comunicó un vocero del Comité Olímpico de Estados Unidos, Patrick Sandusky. "Además, por seguridad, no hacemos público los planes de viaje de los atletas y, por lo tanto, no podemos confirmar su ubicación actual", agregó.
La policía brasileña ni pestañeó con el objetivo de lograr acceder a la verdad que había dañado la imagen de Río 2016 y desembarcó a los nadadores Gunnar Bentz y Jack Conger del avión cuando se disponían regresar a Estados Unidos. La presencia de medios de comunicación fue masiva.
Ambos fueron retenidos durante más de cuatro horas en la comisaría y reconocieron que no fueron víctimas de ningún atraco y revelaron que sus compañeros mintieron para ocultar una pelea con un guardia de seguridad de una gasolinera en Río de Janeiro que comenzó tras actos vandálicos y de escándalo público de los atletas en el local.
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De acuerdo a las declaraciones del dueño de la gasolinera, los nadadores dañaron la puerta del baño y querían irse sin pagar el perjuicio. Además, orinaron en varios sectores del recinto. Las cámaras de video vigilancia registraron estos hechos.
André Buonora, procurador de Río ha indicado los estadounidenses podrían ser denunciados por Difamación. Más aún, la jueza del caso enviará una carta rogatoria para que el campeón olímpico declare en su país. Asimismo, según ESPN, Ryan Lochte está en serio riesgo de perder los patrocinios de Speedo, Ralph Lauren, Marriot y Airweave. De acuerdo a la justicia brasileña, podrían ser condenados hasta con seis meses de prisión efectiva.
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