Muchos j-ugadores sueñan con jugar en la Primera División de su país como vestir los colores de su club y salir en los diarios deportivos, gracias a sus condiciones para el fútbol. El sueño de niño se convirtió en una pesadilla para Sergio Hipperdinger, jugador de Quilmes.
Como cualquier profesional, busca recibir su salario cada fin de mes. Sin embargo, este no llega. Y no llega hace siete meses, por lo cual lo han desalojado de su departamento. Un mal sueño que empeora día tras día. Entre todo lo malo, un hincha generoso le ofreció quedarse a vivir con él.
Se trata de un socio de Quilmes, quien vio la precaria situación del futbolista y le ofreció esta ayuda. Ahora Hipperdinger espera el llamado de algún otro equipo para costear sus gastos y poder seguir viviendo de su profesión como futbolista.
Con 24 años, el delantero es una de las víctima del caos que se vive en el fútbol argentino. Problemas económicos no le permiten mandar dinero a su familia. Como seguramente lo prometió al iniciar su camino en la primera división de su país.
"Los dirigentes siempre nos dicen lo mismo. Que no tienen plata", afirmó el jugador a una radio local hace unos días. A su vez, señaló que en esos 7 meses sin dinero pudo mantenerse gracias a la ayuda de sus amigos. A su vez, agradeció a los más experimentados del equipo. "Salimos adelante como grupo por estar unidos. Los más grandes del plantel nunca nos dejaron de lado", indicó.