La violencia se apoderó del en los prolegómenos del encuentro. Desde la concentración ilegal en la Plaza Mayor de los seguidores más radicales del Real Madrid, a los incidentes en las afueras del Calderón, que se han vuelto viral en .



El pánico se apoderó de mucha gente que acudió al previo del partido a pasarlo bien, a disfrutar de un día entre amigos y familia. Entró en escena el vandalismo, las actitudes de hombres inadaptados a vivir en sociedad que, con el consentimiento de algunos, llenaron de terror la fiesta del fútbol.

En medio de un estado poco aceptable, de mucho 'agua con misterio' y seguro que de algo más, los radicales comenzaron a sembrar la batalla. Esperaban la llegada de los aficionados del Real Madrid. Cuando la masa vestida de blanco apareció, comenzó la distribución anárquica para insultar y lanzar cualquier objeto que sus fuerzas les permitieran. Y así comenzó la batalla campal. Policía desbordada y delincuentes campando a sus anchas por donde querían. De ser un enfrentamiento entre aficiones, se pasó a un duelo Ultras vs Policía. Gente ensangrentada, vendajes en la cabeza...Un escenario demoledor.

Tampoco la prensa nos libramos de la dureza de algunos seguidores pasados de rosca. Buscábamos refugio en donde podíamos para lograr las mejores tomas de la crueldad de los hechos, el refugio siempre estaba en el medio del conflicto, así debe ser.

Terminado el encuentro, y ya con el Madrid como finalista, la afición colchonera se marchaba enfadada, lógico. Alguno, de nuevo pasado de vueltas, cargaba contra compañeros de profesión increpándoles e impidiendo desarrollar su trabajo, es decir, informar. Esto pasaba ante la inoperancia policial, que veía estos sucesos a escasos metros del conflicto, dejando pasar los acontecimientos, sin intervención alguna para solucionarlos. Desprotegidos, los compañeros de oficio continuábamos a lo nuestro.

Esto fue el relato de lo que sucedió en un derbi, que quitando los 90 minutos del encuentro, se convirtió en un polvorín de violencia y de terror, en lugar de ser una fiesta del fútbol. Una vez más, los radicales mancharon este maravilloso deporte, mancharon el antes y el después, mancharon todo lo que rodea al fútbol.


Desde España
Juan Lorenzana (@juanlp91)

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