No todo es alegría en torno a una posible final soñada de Copa Libertadores entre River Plate vs. Boca Juniors debido a la organización de un megaevento politíco en Buenos Aires, justo en los días cercanos al choque de vuelta. Este partido, en caso clasifique el cuadro xeneize, se jugaría en el Estadio Monumental de Nuñez, lugar muy cercano a la sede principal del evento organizado por el gobierno de Argentina.
Se trata de la convención de la G20, grupo de los 20 países industrializados y emergentes, que integran la Unión Europea y otros 19 países (Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía) que se reunirán entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en el centro de convenciones ubicado en Costa Salguero, a pocos kilómetros del estadio Monumental.
El problema gira en torno a las fechas. Si la final de la Copa Libertadores fuese entre River Plate vs. Boca Juniors, el choque de vuelta se jugaría el miércoles 28 de noviembre, pero los operativos por el G20 empezarán el 26 de noviembre y todos los alrededores de Gran Buenos Aires, por lo que cuidar la seguridad de un partido de alto riesgo como el clásico y encima por la definición de un título continental, sería casi imposible.
Por el momento, River Plate no puede tomar decisiones ni buscar alternativas. Debe esperar lo que suceda la noche de este miércoles en Sao Paulo entre Boca Juniors y Palmeiras. Si el rival en la final es el azul y oro, tiene que empezar a trabajar en la reprogramación (algo difícil por lo apretado del calendario) o buscar un estadio alterno para el trascendental partido.
En caso sea Palmeiras el otro finalista de la Copa Libertadores, no habría ningún problema porque la ida se jugará el 7 de noviembre en Buenos Aires, y la vuelta el 28 en el Allianz Parque de Brasil.