Siguen 'rodando' cabezas tras el escándalo del superclásico River-Boca por la final de la Copa Libertadores 2018. Si bien hoy el tema se centra en conocer si se reprogramará o no el partido de vuelta, el ojo de la tormenta seguirá puesto en el fallido operativo de seguridad durante el traslado del bus de los jugadores 'xeneizes' rumbo al Monumental, donde fue apedreado. Y este lunes, uno de los responsables de ello, dejó su cargo.
Se trata del ministro de Seguridad de Buenos Aires Martín Ocampo, cuya figura quedó debilitada el sábado por los incidentes en la previa de la Superfinal. Además, él y su par Patricia Bullrich fueron denunciados penalmente en los tribunales federales por el fallido operativo de seguridad que terminó con una batalla campal en los alrededores del estadio de River Plate.
Recordemos que el bus donde viajaban los jugadores de Boca Juniors pasó por una zona llena de hinchas del 'Millonario', y no un vallado a una distancia prudente. El chofer del vehículo señaló que le llamó la atención la poca cantidad de efectivos que había en esa intersección.
Además, en los alrededores del estadio -en donde, al igual que en el partido de ida, en 'La Bombonera', solo entraba público local- se registraron numerosos incidentes entre simpatizantes y la policía desplegada en el lugar.
El domingo se pospuso nuevamente el partido porque, según la Conmebol, no estaban dadas "las condiciones de igualdad".
Este martes los presidentes de River Plate y Boca Juniors se reunirán en Asunción con su homólogo de la Conmebol, Alejandro Domínguez, para definir cuándo y cómo se jugará el encuentro definitorio, tras el 2-2 de la ida.