Los libros de historia no escriben las razones de grandeza. Han pasado más de 30 años desde la última vez (1988), pero el cuento se puede volver a repetir. Malas decisiones, resultados llenos de angustia y semanas sin ganar terminan llevando a que un club del tamaño de la esté cada vez más cerca de descender a Segunda División.

El 2019 inició en el Perú. Sí, los dirigidos por Frank Darío Kudelka –por ese entonces– llegaron a Arequipa para jugar la segunda fase de la Copa Libertadores como favoritos y la catástrofe empezó a tomar forma. Un derrota ante Melgar (1-0) que no se pudo remontar en Santiago de Chile (0-0) no solo dejó un vacío económico, sino también emocional.

Lo peor estaba por llegar, eso era claro. Tras 23 fechas, los ‘azules’ son penúltimos con 21 puntos solo por delante de la U. de Concepción (que también jugó el torneo continental a inicios de año frente a Sporting Cristal). La racha; sin embargo, solo ha tenido tres momentos de alivio –con esa cantidad de victorias– y fueron con tres técnicos distintos.

El 02 de marzo, en la tercera fecha del torneo, los capitalinos conseguían su primer triunfo ante Huachipato. Tras un empate y una derrota, no todo eran malas noticias para los dirigidos por Kudelka, pero luego sí que llegarían los dolores de cabeza. A fines del mismo mes, el estratega argentino dejó el cargo y los problemas se agravaron.

Recién para el 26 de mayo, ya con el uruguayo Alfredo Arias, llegó la segunda alegría. Frente a Deportes Iquique, a domicilio, la ‘U’ sumaba de a tres y volvía a respirar. Lamentablemente para ellos, la irregularidad era su bandera y el empate, su mejor postor.

A fines de agosto, contra Deportivo Antofagasta y ya con un nuevo técnico (sí, otra vez), uno de los grandes del fútbol chileno la volvía a hacer. Se repetía la alegría después de dos empates seguidos y, aunque parezca increíble, entre mayo y septiembre no conocieron de derrotas. El problema estuvo, obviamente, en que solo cosecharon dos victorias.

Más allá de los resultados

Si los puntos no llegaban de tres en tres, las divisas económicas tampoco favorecían al plantel comandado por la presidencia de José Luis Navarrete. Según informó el programa Al Aire, la Universidad de Chile tiene una deuda que llega casi a los 20 millones de dólares en los últimos cinco años. Para colmo de males, la proyección del 2019 lleva a unas pérdidas de tres más.

Todo se ha puesto tan complicado que las restricciones han sido noticia. Las 15 botellas de agua que había en cada concentración del primer equipo se redujeron, el canje por la entrega de cepillos y pasta de dientes pasó al fútbol joven, como también con las cremas de afeitar. Asimismo, se sacaron muchos de los televisores y se cancelaron todas las parrillas, que tenían un monto mensual de 600 mil pesos.

Tan grave está la cuestión, que el club ni champús les puede dar a sus jugadores señalando que no hay dinero para ellos. Ante eso, una empresa destinada a la venta de este producto le llevó una cantidad importante a los universitarios, pero estos decidieron no aceptarlo porque lo tomaron como una burla.

Quedan ocho fechas para que culmine la Primera División chilena y los ‘azules’ pueden acabar la jornada 23 a cinco puntos de la salvación. Con partidos clave por jugar (como ante la U. de Concepción o Deportes Iquique), la ilusión de los hinchas se mantiene para no repetir el único descenso en la historia del club que se remonta a 1988.

►

►

►

►

Tags Relacionados:

NO TE PIERDAS

Contenido de Mag.

Te puede interesar: