El Atlético de Madrid y el Málaga compiten este sábado en el primer partido de la historia del Wanda Metropolitano, el esperado estreno del nuevo estadio del conjunto rojiblanco, con dos empates consecutivos y sin margen de error, como su oponente, uno de los dos únicos equipos sin puntos en esta Liga.
Un día de emociones, de fiesta y de entusiasmo por todo lo que supone una nueva casa en un club de fútbol, impresionante, moderna, innovadora y con capacidad para 68.000 espectadores, pero también con muchas obligaciones, las que imponen los cuatro puntos de distancia del Atlético respecto al liderato del Barcelona y las que tiene el Málaga por su comprometida situación, penúltimo sin puntos.
Todo marcado por la inauguración del estadio Wanda Metropolitano, presidida por el Rey Felipe VI, retransmitida en 182 países y que ha centrado los últimos meses en el club rojiblanco por la nueva era que comienza este sábado para el Atlético, para su plantilla y para sus aficionados, expectantes ante una cita que ya será irrepetible.
Una olla a presión
Así lo definió el técnico 'colchonero' Diego Simeone. El entrenador argentino no dudó en afirmar este viernes que el nuevo estadio del club rojiblanco no "será otra cosa que una olla a presión".
"Seguramente, imagino el empuje de la gente y no veo otra cosa que no sea una olla a presión. La gente jugará un papel que todavía ni se lo imagina", añadió el técnico.