Un barco a la deriva: ‘Conexión Barcelona’, por Adrià Corominas

ADRIA COROMINAS [@adriacat]

Con Valverde, el Barça aburría pero era sólido. Utilizaba la ley del mínimo esfuerzo pero iba sumando puntos. Se mostraba apático pero era efectivo. Cada vez apetecía menos verlo jugar pero garantía cierta regularidad. Pero al aficionado del Barcelona no le basta con ganar sino que también pide jugar bien.

Es una filosofía muy diferente a la del Madrid, al que la gente solo le pide resultados, sean de la forma que sean. A lo mejor por eso, los 3 partidos que lleva Setién en el Barça han despertado tanta expectación y, a la vez, han dejado las cosas más claras. Porque cuando has cambiado de entrenador y todo sigue igual es que a lo mejor no vamos tan mal los que decimos desde hace tiempo que el problema viene de más arriba.

Esta junta directiva abandonó la fórmula que ha hecho grande al Barça y, por mucho que cambies de entrenador, no lo vas a recuperar en dos semanas. Por eso creo que no es justo pedirle a Setién que en tan poco tiempo haga lo que no le pedimos a Valverde durante 2 años y medio, como tampoco lo fue cargarle todas las culpas al ‘Txingurri’.

Setién quiere cambiar cosas. Apuesta por la defensa de 3, por sacar bien el balón y por tener la posesión. 867 pases (por 298 del Valencia) y 74% de posesión lo avalan, pero ni ataca ni defiende mejor. Porque por más pases que des y más cosas que cambies, caminando no se juega al fútbol.

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