Barcelona comenzó de manera frenética el partido, motivo por el cual casi aseguró su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey tras dos genialidades de Messi al inicio. Sin embargo, el argentino no se quedó contento y se mandó con una belleza de pase en el cotejo frente al Celta.
Luego de los dos goles del argentino, Lionel Messi volvió a dejar el área para tomar el balón metros más adelante del medio campo. Desde ahí, vio a Jordi Alba, quien pasaba por la banda izquierda como suele hacerlo.
El argentino, con una precisión maravillosa, mandó el balón al punto perfecto: lejos del portero para evitar que salga a despejar y en una posición perfecta para que Alba llegue cómodo a rematar el esférico.
Segundos después de la jugada, el Camp Nou gritó gol. El lateral español puso el tercero del Barcelona con el cual hacía prácticamente imposible una remontada del Celta.
Minutos más tarde, Luis Suárez anotaría el cuarto gol del partido, poniendo las cosas más tranquilas para los de Valverde y dejando en evidencia las falencias del Celta de Vigo, equipo que hace unos días empató con el Real Madrid por la Liga Santander.