Barcelona se reencontró con la victoria después de dos empates consecutivos en la Liga con un triunfo por 0-2 frente al Eibar en Ipurua, transformado por el uruguayo Luis Suárez, al cuarto de hora, y Jordi Alba, en el tramo final; sin embargo, una jugada polémica de Sergio Busquets sigue dando vueltas en las redes.
A los 15 minutos de la primera mitad, el volante azulgrana sostuvo de la camiseta a Kike García dentro del área. El atacante se dejó caer. Era un claro penal, pero el árbitro del encuentro no cobró absolutamente nada.
Remontar se convirtió en casi un imposible para los locales cuando el árbitro expulsó a Orellana, al ver una segunda amarilla por dar un manotazo al balón tras una falta de uno de sus compañeros. Su técnico José Luis Mendilibar abroncó con dureza al futbolista por su acción cuando abandonó el campo.
El bloque azulgrana, que mantuvo su portería a cero a pesar de la insistencia ofensiva del Eibar tanto con 0-0 como con 0-1, amplía a diez puntos su ventaja al frente de la clasificación de la Liga, pendiente del resultado de este domingo del Atlético de Madrid, segundo, frente al Athletic Club en el estadio Wanda Metropolitano.