volvió a pinchar una vez más en Anoeta, ahora Reale Arena, y se dejó dos puntos ante una brava que buscó el triunfo pero también quiso asegurar un empate que le permite seguir en la zona alta de la tabla.

Los aficionados “txuriurdin”, que marcaron un nuevo récord de asistencia en su estadio, vieron un partido muy bonito y con alternativas que comenzó dominando la Real, al amparo del gol de penalti de Mikel Oyarzábal en el minuto 11, y empatado al borde del descanso por Griezmann con una gran definición ante Alex Remiro, el guardameta local.

La segunda mitad prosiguió con un Barcelona imponiendo su jerarquía, pues marcó enseguida el 1-2 por medio de Luis Suárez, asistido por Messi, y pudo hacer el tercero en un saque de esquina rematado por Piqué y el balón sacado de la línea de gol por la defensa realista.

Los guipuzcoanos se rehicieron y encontraron el premio a su buen hacer con el gol de Alex Isak, que culminó una jugada de Oyarzábal y Monreal. Luego achucharon a los culés todo lo que pudieron pero el marcador quedó en tablas, reflejo de lo ocurrido en el nuevo terreno de juego estrenado para este partido.

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