Después de haber levantado LaLiga Santander tras siete años de sequía, Diego Pablo Simeone está buscando que para la temporada 2021-22 su Atlético de Madrid tenga el salto cualitativo que les permita volver a pelear en instancias finales de la Champions League, torneo que les ha sido esquivo en dos oportunidades durante la última década. Para conseguirlo, el técnico argentino ha incorporado a su plantilla al atacante brasileño Matheus Cunha, quien hace menos de un mes se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Proveniente del Hertha Berlín y con un costo que rodea los 26 millones de euros por las próximas cinco temporadas, Matheus Cunha llega al vigente campeón de España para potenciar una delantera que ya cuenta con nombres de categoría como Luis Suárez, João Félix, Ángel Correa, Yannick Carrasco, entre otros. Aunque no es un ‘9’ puro como seguramente quería el ‘Cholo’ –los fichajes de Dušan Vlahović y Rada Mir, delanteros más posicionales, no se concretaron–, el jugador de 22 años puede servirle como una pieza importante en distintas posiciones de ataque, una cualidad muy bien valorada en un sistema tan cambiante como el del Atlético de Madrid.
“Cuando preparamos una plantilla, tratamos de prepararla en consecuencia de tener dos jugadores por lugar. Necesitamos un futbolista, buscaremos lo que pueda llegar y si no encontraremos una solución, como siempre hemos hecho desde que estoy acá”, dijo Simeone hace unos días antes del fichaje de Cunha. Y aunque esto parezca una declaración de intenciones, el brasileño no llega para competir con Luis Suárez –titular inamovible–, sino más bien para buscar ser su complemento desde otras posiciones en el terreno de juego. “No tengo una posición favorita en particular, juego donde el equipo me necesite y donde sea más valioso. Soy un jugador flexible”, se describió el jugador hace unos años cuando fue presentado en el Hertha.
Donde el sol nace
João Pessoa es una ciudad que está ubicada en el punto más oriental del continente americano, condición que ha hecho que se la conozca como ‘la ciudad donde el sol nace primero’. Ahí, entre edificios, playas y monumentos arquitectónicos de la época barroca, Matheus Santos Carneiro Da Cunha (João Pessoa, Paraíba, Brasil, 27 de mayo de 1999) creció dentro de una familia que siempre supo darle todas las comodidades posibles. Sus padres, Carmelo y Luziana, además de inculcarle el amor por el fútbol, nunca permitieron que su hijo subestime la importancia del estudio para ser alguien en la vida. “Nunca me faltó de nada en realidad cuando era niño, mis padres me cuidaron de la mejor forma”, contó alguna vez.
El Club Cabo Branco, institución a la que su padre también pertenecía, le abrió las puertas para que comenzara a formarse en el fútbol sala. Mientras alternaba sus entrenamientos con los estudios, el Mundial de Alemania 2006 le puso ante sus ojos a sus dos ídolos de la infancia: Ronaldinho y Lukas Podolski. De grande, el pequeño Matheus soñaba con tener la magia de su compatriota y la voracidad goleadora del alemán.
Cuando cumplió 11 años, Matheus Cunha tuvo que dejar João Pessoa para mudarse con su abuela a Recife. En esta ciudad, además de continuar con su formación futbolística, siguió moldeando lo que sería parte de su día a día gracias a la insistencia de sus padres: su apego a los estudios. Así pues, ingresó al Centro de Entrenamiento Barao, un proyecto social del Estado de Pernanbuco que buscaba englobar distintas áreas deportivas en el adiestramiento de sus miembros. Aquí no solo absorbió recursos técnicos para destacar en el fútbol sala, sino también en el fútbol 7 y 11.
Asimismo, como sus aptitudes para el estudio eran de las más destacadas dentro de Barao, muchas veces los profesores acudían a él para que orientara a sus compañeros en materias como las matemáticas y la física. Como si se tratase de un regate o un sprint por la banda, Matheus Cunha deslizaba la tiza sobre la pizarra mientras sus alumnos, cuales defensores indefensos, lo miraban resolver los más difíciles ejercicios.
El siguiente paso para su carrera no tenía que ver con más números ni gambetas cortas en los espacios reducidos del fútbol sala, sino con el reclutamiento de uno de los clubes más importantes del estado de Paraná: Coritiba. En el ‘Glorioso’, Matheus Cunha no solo comenzó a experimentar competencias más férreas en el fútbol, sino también tuvo la oportunidad de viajar a Dallas, Estados Unidos, para un torneo de su categoría. En aquel campeonato fue uno de los jugadores más destacados y un ojeador del Sion de Suiza lo contactó para llevárselo a Europa. “A pesar de que era muy joven, cuando mi representante me comunicó que me querían, ni me lo pensé”, comentó sobre esa primera experiencia en el ‘Viejo Continente’.
De Sion a Leipzig, un viaje de graduación
A diferencia de la mayoría de brasileños que pegan el salto a Europa, Matheus Cunha no se complicó la vida a pesar de solo tener 17 años. Su sólida formación académica le permitió tener siempre los pies sobre la tierra y nunca dejó que los halagos lo desenfocaran. En su primera temporada en la Superliga de Suiza, la 2017-18, disputó 29 partidos en los que anotó 10 goles y repartió 6 asistencias. Esos números para un jugador de su edad fueron muy buenos, por lo que el RB Leipzig, un club especializado en captar talentos en ligas emergentes, lo fichó por 15 millones de euros.
Durante la campaña 2018-19, como era previsible al tener competidores más rankeados que él –Timo Wener, Yussuf Poulsen y Emil Forsberg–, el técnico alemán Ralf Rangnick lo alineó en 31 partidos entre Bundesliga y Europa League, la mayoría de ellos entrando desde el banquillo, en los que tan solo pudo anotar cinco goles. No obstante, uno de ellos, marcado el 6 de abril de 2019 en el triunfo por 2-4 sobre el Bayer Leverkusen, fue nominado al Premio Puskás de aquel año. Tras una sutil ruleta a lo Zinedine Zidane en el borde del área. Matheus Cunha definió con exquisitez pinchando el balón con una vaselina imposible para el portero.
Encontrando oportunidades
Para comienzos de 2020, mientras contribuía con cinco goles para la clasificación brasileña a Tokio 2020 en el Preolímpico sub-23 de Colombia, negoció su salida del RB Leipzig siendo consciente que con la irrupción goleadora del checo Patrik Schick tendría mucho menos minutos que el curso pasado. De esa manera llegó al Hertha Berlín para reforzar su esquema ofensivo. “Matheus es un jugador joven con un potencial enorme, que ya ha demostrado de manera impresionante sus habilidades. Puede jugar en el centro y colgando, por lo que hace que nuestro juego de ataque sea más variable”, comentó a su llegada Michael Preetz, gerente general del club berlinés.
En una temporada y media al mando del alemán Bruno Labbadia, Matheus Cunha perfeccionó diferentes variantes en su estilo de juego, aportando notablemente en distintas zonas ofensivas. Si bien anotó 13 goles y sirvió 7 asistencias en 40 partidos, esto se debió a que su rango de acción no solo se demarcó en el centro del ataque, sino también en los costados y llegando desde atrás, casi en la posición de enganche.
De esta manera podríamos definir a Matheus Cunha como un delantero que va por todo el frente, veloz en las acciones que requieren una resolución rápida y lúcido en la toma de decisiones tanto para patear al arco como para combinar con sus compañeros. En la Bundesliga 2020-21 agrupó estos números en ofensiva: 7 goles, 4 asistencias, 3 regates y 2.8 faltas recibidas por partido. Por otra parte, revisando los posibles requerimientos que tendrá con el ‘Cholo’ Simeone como entrenador, el brasileño no tiene problemas para colaborar en la marca ni para presionar a los defensores rivales, motivo por el cual acumuló 12 tarjetas amarillas en su estancia en Berlín.
De profesor a alumno
Además de preocuparse por su rápida adaptación al Atlético de Madrid, Matheus Cunha tendrá que pensar en sus abiertas posibilidades de contar con minutos en los próximos tres partidos de Brasil por las Eliminatorias para Qatar 2022 –el último de ellos frente a Perú el 9 de septiembre–. “Cunha ofrece muchas variantes en ataque. Es versátil. Un nueve híbrido”, fue la definición que le dio Tité, técnico de la ‘Canarinha’, cuando fue consultado por su reciente convocatoria.
Con una medalla olímpica en su mochila y muchos recursos ofensivos para ser un delantero convertible a los ojos del ‘Cholo’ Simeone, Matheus Cunha llega al Atlético de Madrid para demostrarse así mismo que puede serle útil a uno de los técnicos más exigentes y agobiantes de Europa. En el Wanda Metropolitano no tendrá que ayudarle a resolver ejercicios de matemáticas y física a sus compañeros, pero sí a hacer goles. Sus 22 años lo invitan a ser un alumno más, y quizás, con un profesor como Luis Suárez, pueda obtener una nota aprobatoria de los exigentes hinchas ‘colchoneros’.
Recibe nuestro boletín de noticias: te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor.
TE PUEDE INTERESAR
- Lo sufre el madridismo: Toni Kroos aseguró que su regreso no se dará pronto
- Gustavo Dulanto: de las burlas por un resbalón a jugar la Champions League
- “No tengo nada contra el comando técnico”: James responde tras no ser convocado a Colombia
- Culmina una etapa: Pep Guardiola anunció que dejará el Manchester City en 2023