La historia pudo ser distinta, pero la suerte estuvo del lado del Real Madrid. El triunfo ante Leganés fue muy ajustado, apenas por un gol, la misma diferencia que se pudo llevar el elenco de Butarque cuando un desatención de Kiko Casilla por poco termina en un autogol de Marcos Llorente. El travesaño evitó el ridículo.
Los blanquiazules cobraron una falta desde el lateral, Casilla salió en busca de hacerse del balón, pero la falta de comunicación con Llorente hizo que el central se adelante y en su intento por despejar, terminara rematando hacia su portería... pero al poste.
Finalmente, el Real Madrid ganó 1-0 en el campo del Leganés, este jueves en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, logrando una victoria balsámica para un equipo en horas bajas.
El joven Marco Asensio aprovechó un pase desde la izquierda de Theo para rematar en el primer palo un balón que se coló en la portería local (89) en uno de los últimos suspiros del partido.
En el estadio de Butarque, Zinedine Zidane apostó por su 'unidad B' con habituales suplentes, que, sin despejar del todo las dudas sobre el juego blanco, lograron la victoria con la que el técnico francés espera invertir la mala racha 'merengue'.
El gol de Asensio permite a los blancos cortar una racha de tres partidos consecutivos sin conocer la victoria y les permite encarar con optimismo la vuelta de la eliminatoria el próximo miércoles en el Santiago Bernabéu.