Luka Modric mostró parte de su talento con un magnífico pase a Gareth Bale, quien abrió el marcador a favor de Real Madrid ante Celta de Vigo por la Liga Santander. El croata controló con el pecho un saque de largo de Navas, se acomodó, alzó la mirada, y asistió al galés sobre los 13'. Del resto se ocupó Bale: corrió y definió de zurda.
El Real Madrid cierra su temporada como local, frente al Celta de Vigo, más pendiente de la final de la Champions League del próximo 26 de mayo en Kiev que de un encuentro de Liga intrascendente.
Sin opciones de revalidar el título liguero desde que cayó antes del parón navideño en el clásico frente al Barcelona, el Santiago Bernabéu es escenario de un partido que el equipo blanco quiere utilizar para mantener el nivel competitivo ante el gran reto de la final continental frente al Liverpool.
Después de la pobre imagen que ofreció en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, en el encuentro que había sido aplazado por la final de Copa del Rey y que significó la sexta derrota liguera del Real Madrid (3-2), la segunda unidad del equipo pierde protagonismo y es la mayoría del bloque de titulares la que se mide al Celta.
El nivel que exigirá el Liverpool en la cita en la que el Real Madrid se juega que su temporada sea un éxito o un fracaso, provoca que Zidane quiera que sus titulares lleguen en plena forma a Kiev.