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El Paris Saint-Germain, bajo la dirección técnica de Luis Enrique, ha empezado a enderezar el rumbo después de un comienzo titubeante en la temporada de la Ligue 1 francesa. Con dos empates iniciales ante Lorient y Toulouse, el PSG ha respondido con fuerza al vencer con autoridad al Lens y al Lyon en partidos consecutivos. El conjunto parisino se ha embarcado en un proceso de transformación bajo la dirección del entrenador asturiano. La presión alta, la intensidad y la velocidad en la circulación del balón se han convertido en los pilares fundamentales del cuadro que juega a las orillas del Sena.
A pesar de este repunte, el PSG aún tiene asignaturas pendientes que abordar. Uno de los desafíos más notables es la solidez defensiva, ya que el equipo ha concedido al menos un gol en tres de los cuatro partidos de liga disputados hasta ahora. Este aspecto se antoja crucial si aspiran a ser contendientes serios en Europa.
Sin embargo, a pesar de los goles encajados, la atención no recae sobre la figura del portero. Gianluigi Donnarumma, la adquisición estrella del PSG en el pasado mercado de verano, ha demostrado su valía y se ha establecido como el guardameta titular indiscutible en el esquema del equipo parisino.
No obstante, Luis Enrique se enfrenta a un problema en la portería. Además de Donnarumma, el PSG cuenta con otros dos porteros de gran calidad: Keylor Navas y Arnau Tenas. Hasta la fecha, ninguno de estos dos arqueros ha tenido la oportunidad de jugar un solo minuto en la liga francesa.
Arnau Tenas llegó a París este verano procedente del FC Barcelona, tras finalizar su contrato con el club culé. Mientras tanto, Keylor Navas regresó al PSG después de pasar una temporada cedido en el Nottingham Forest. En un principio, se especuló con la posible salida del costarricense, pero finalmente no se concretó.
Keylor Navas, otra debilidad para el DT de PSG
Según informaciones de Le Parisien, Luis Enrique valora enormemente la contribución de Keylor Navas al equipo. El entrenador español aprecia tanto su destreza bajo los tres palos como su capacidad con los pies, lo que encaja perfectamente con el estilo de juego que busca implementar en el PSG.
El dilema actual para Luis Enrique radica en cómo distribuir minutos entre los tres destacados porteros del primer equipo del PSG y asegurar que cada jugador acepte su rol en el equipo. Esta situación plantea un desafío intrigante para el entrenador español, ya que debe encontrar un equilibrio que garantice un rendimiento sólido en la portería, mientras satisface las expectativas y deseos de sus porteros de élite.
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