De cara al inicio de la temporada 2022-23, Manchester United anunció por todo lo alto la llegada de Erik ten Hag al banquillo. Su trabajo en el Ajax había sido tan bueno, alcanzando incluso una final de Champions League, que directivos e hinchas pensaron que el entrenador neerlandés iba a brillar en Old Trafford, que alguien por fin llenaría los zapatos de Sir Alex Ferguson. Sin embargo, la realidad es cruelmente distinta. El DT está enfrentando momentos turbulentos que podrían marcar el fin de su mandato en Carrington. La reciente derrota en casa ante el Galatasaray en la Liga de Campeones (2-3) ha agravado una crisis que parece no tener fin en esta campaña, donde los problemas se acumulan de forma abrumadora.
La estadística habla por sí sola: el Manchester United ha perdido seis de los diez partidos que ha disputado hasta ahora y ha encajado un total de 18 goles en esa decena de encuentros. Esta cifra representa un récord negativo para el club desde la temporada 1966-67.
Además, las derrotas han sido dolorosas, ya que el equipo ha caído ante rivales de nivel similar y, en ocasiones, incluso frente a equipos teóricamente inferiores como Tottenham, Crystal Palace, Arsenal, Brighton, Bayern y Galatasaray.
La situación se agrava al constatar que esta es la primera vez en la historia que el Manchester United comienza una fase de grupos de la Champions League perdiendo sus dos primeros partidos. Actualmente, cierran el grupo junto al Copenhague, lo que aumenta la presión sobre Ten Hag.
Líos fuera y dentro de la cancha
Los problemas extradeportivos también han afectado al Manchester United, con casos recientes como el de Jadon Sancho y Antony. Sancho, una de las adquisiciones más ilusionantes del club, ha tenido un rendimiento por debajo de las expectativas desde su llegada hace dos temporadas.
Por otro lado, Antony ha estado involucrado en problemas extradeportivos relacionados con denuncias de malos tratos a su expareja, lo que lo ha mantenido bajo escrutinio tanto en Brasil como en Manchester.
La sombra del despido planea más que nunca sobre Erik ten Hag, aunque el entrenador neerlandés parece mantener la calma. Una victoria ante el débil Brentford el próximo sábado podría aliviar momentáneamente la presión antes del parón de las ligas por la fecha FIFA.
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