Una mano infantil de Paul Pogba generó el penal, y posterior gol de Liverpool ante Manchester United en el duelo del domingo por Premier League. Y una agresión pudo sacarlo del partido antes del final.
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El volante francés debe haber jugado uno de sus partidos más discretos en el empate (1-1) reciente frente a los 'Reds'. No solo cometió ese error, sino que agredió a Jordan Henderson, un una acción que más parecía de lucha libre que de fútbol.
A los 31 minutos del primer tiempo en Old Trafford, Paul Pogba agarró del cuello al volante de Liverpool con su brazo izquierdo hasta hacerlo caer. Esto pasó cuando los locales tenían un tiro libre a favor.
Muchos vieron la infracción, pero no el árbitro, que no sancionó nada y el juego continuó. Por lo menos una tarjeta amarilla hubiera sido lo más justo para Pogba, que no ha alcanzado su mejor nivel.
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