Un fuerte sismo sacudió el sur y centro de México, donde remeció edificios y provocó que cientos de personas salieran a las calles. Mientras el suelo se movía, a la memoria de muchos regresó un terremoto de magnitud similar que hace cinco meses provocó varios daños y dejó más de 300 fallecidos.
Los clubes de la Liga MX, desde luego, a puertas del inicio de la fecha 8 del certamen, se pronunciaron por medio de sus redes sociales, llamando a la población a guardar la calma y seguir las indicaciones de seguridad. La Selección Mexicana hizo lo propio.
Las autoridades mexicanas no habían reportado daños mayores ni víctimas del sismo, que según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) tuvo una magnitud de 7,2 y se registró a 53 kilómetros al noreste de Pinotepa Nacional, en el estado sureño de Oaxaca, a una profundidad de 24 kilómetros. Inicialmente, el organismo señaló que había sido de 7,5 grados, aunque poco después lo redujo.
El movimiento se sintió hasta la capital del país, donde la gente abandonó edificios y casas, e incluso detuvo sus autos a la mitad de la calle.
“Con lo que pasó el 19 de septiembre, pues ya nada más oí la alarma... y me salí descalza con mi niña”, dijo Mercedes Rojas Huerta, un ama de casa de 57 años, mientras permanecía sentada afuera de su casa en la colonia Condesa, una de las más afectadas por el terremoto de hace cinco meses.
El 19 de septiembre de 2017, el centro del país fue sacudido por otro movimiento telúrico de 7,1 grados que dañó varios edificios y dejó más de 300 fallecidos. La mayoría de las víctimas se registraron en la Ciudad de México.
“Tengo miedo en meterme. La casa es vieja”, dijo Rojas, quien recordó que le daba temor sólo recordar que en el terremoto anterior se cayeron varios edificios. AP