Por: Gabriel Casimiro
Al igual que Argelia y Túnez, Marruecos forma parte de la escuela francesa en África. En base a ello, ha ido marcando un estilo de juego vistoso, pero que no siempre le ha dado buenos resultados. Sin embargo, actualmente se ha visto potenciada con una buena generación de jugadores, que forman la columna vertebral del equipo dirigido, como no podía ser de otra manera, por un francés: Hervé Renard. Un DT con amplia experiencia en selecciones del ‘continente negro’ (Zambia, Angola y Costa de Marfil) y clubes de la liga de su país (Sochaux y Lille).
En el arco, Munir Mohamedi es fijo, aunque no juega un partido oficial a nivel de clubes desde el 11 de diciembre de 2016. Tras ser el arquero titular de Numancia (Segunda de España) por tres temporadas, la llegada de Aitor Fernández lo condenó a la banca. En contraparte, el portero Yassine Bounou es titular en Girona de España, pero suplente en la selección marroquí. En defensa, Nabil Dirar juega de lateral derecho, posición que ocupa desde el año pasado: tras ser volante, e incluso extremo, con Monaco, fue probado de marcador en Fenerbahce y se consolidó en ese puesto. Mehdi Benatia y Romain Saiss son dos zagueros altos y fuertes, pero que sufren con el cambio de ritmo de los delanteros veloces. Y por la punta izquierda, Achraf Hakimi, lateral del Real Madrid, es la grata aparición del fútbol marroquí en la última década.
Karim El Ahmadi, con 33 años, es el volante ancla y el equilibrio de los ‘Leones del Atlas’. A su lado, Youness Belhanda y Mbark Boussoufa ponen la cuota de desequilibrio y buena pegada. Se trata de dos medios bastante parecidos en lo futbolístico, aunque con un punto débil: poco sacrificio defensivo. Como extremo por derecha, aunque le gusta moverse como mediapunta, se ubica Hakim Ziyech, la figura de esta selección y quien puede salir pronto del Ajax ante el interés de varios poderosos de Europa. Y por la otra banda, se luce el talentoso Nordim Amrabat, quien tiene como virtud saber manejar los dos perfiles.
El hombre gol de Marruecos es Khalid Boutaib, quien marcó 20 goles en 34 partidos con Strasbourg de Francia y fue vendido al Yeni Malatyaspor de Turquía. No es muy ágil, pero aprovecha su 1.90 centímetros para ganar en el juego aéreo y ser un receptor en ataque para la llegada de los extremos. Como alternativas se puede considerar a Faycal Fajr, zaguero del Getafe de España; Sofiane Boufal, extremo izquierdo del Southamton inglés; Amine Harit, prometedor volante por derecha del Schalke 04 de Alemania; y Rachid Alioui, ‘9’ del Nimes de Francia.