No, verlo así no provoca burla ni alegría. En cualquier hincha del verdadero fútbol esto provoca tristeza. Es cierto, solo él es culpable y responsable de su situación actual, pero en este mismo instante ha de estar pasando por su cabeza aquellos momentos en que tocaba la gloria y la fama como el Inter de Milán. Parece que Adriano poco a poco se nos va.
Quien hace diez años jugaba en el gigante de Italia y Europa, hoy luce así, fuera de forma, con sobrepeso, ausente de aquellos uniformes de fútbol que cualquier niño, joven o adulto daría todo por vestir, reemplazando unos chimpunes marca Nike por unas sandalias.
Muy lejos de aquel delantero que logró conquistar la Copa América de Perú en el año 2004, Adriano ahora vive en una favela de Río de Janeiro, en una de aquellas donde la carencia y la inseguridad son pan de cada día. Hay quienes hasta afirman que el poco dinero que tiene debe usarlo para pagar cupos y así poder seguir con vida ya que antes fue vinculado con diversos delitos.
El último equipo al que el brasilero defendió fue el Miami United, a donde llegó y de dónde se fue sin pena ni gloria, prácticamente igual que como en todos los clubes que pisó después de estar en Italia.
En la anterior tabla, diseñada por el portal Transfermarkt, se aprecia cómo decayó su valor económico en el mercado de fichajes con el paso de los años. De estar en los más alto con el Inter de Milán a rosar el suelo con el Miami United. Sin duda alguna, Adriano ya no es aquel tipo que llegó a cobrar 80 mil euros semanales, y no por un tema de dinero, sino por el semblante de su rostro…
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