El fútbol es un negocio, y no hay vuelta que darle al respecto. Los grandes clubes viven una constante lucha en busca de emplear nuevas estrategias que les resulte rentables, pero, a veces, los mejores planes están personificados. David Beckham, fue y es, el ejemplo más claro.
El inglés no solo fue importante a nivel deportivo, también y, sobre todo, a nivel publicitario. En julio de 2007, Beckham firmó con Los Angeles Galaxy, tal vez sin saber que se convertiría en el más grande embajador de esta liga. El marketing y la atracción que generó el volante explican, en gran parte, el nivel y el poder de la MLS hoy en día.
Tal fue su legado, que en Estados Unidos existe una ley llamada 'Ley Beckham', que determina cuántos y cuánto se debe pagar por jugadores en la liga.
Lo que hizo Beckham trascendió de sus impecables tiros libres o del sacrificado despliegue en algunos encuentros. El mediocampista se hizo un lugar por su imagen: portadas, comerciales y revistas hicieron que el inglés perciba más por ingresos publicitarios que por lo que ganaba como futbolista. De todo esto se valió la MLS, y 10 años después, los resultados se ven hoy.