La Selección de Gales goleó este jueves a una China más perdida que nunca (0-6) en el debut de Ryan Giggs como seleccionador del equipo británico, un partido donde el madridista Gareth Bale, como se ha visto en YouTube, puso la mayor calidad, tres goles y una asistencia. Vale decir que el 'Expreso de Cardiff' firmó, con los tres goles, su tanto 29 en su país, y se convirtió en el máximo artillero de la historia.
En el "derbi de dragones" (este animal mítico es el símbolo tanto de chinos como de galeses) Gales, como lo demuestra Gareth Bale en imágenes de YouTube, demostró su enorme superioridad ante los locales y se clasificó para la final del torneo cuadrangular China Cup, donde se enfrentará al vencedor de la segunda semifinal que mañana juegan Uruguay y República Checa.
El partido comenzó con un gol tempranero de Gareth Bale, la estrella galesa, en una jugada que parecía llegada del fútbol más clásico de las Islas Británicas: pase largo de 60 metros al área rival, asistencia de cabeza de Sam Vokes, y tanto del madridista.
Los chinos intentaron no venirse abajo con ese gol en el tercer minuto del encuentro, y el delantero local Yu Dabao tuvo pocos instantes después la ocasión más clara de su selección, pero no supo aprovechar un balón a apenas tres metros de la línea de gol que mandó por encima del larguero.
Gales siguió dominando y comenzó a abrir cada vez más huecos en la defensa local, una de las líneas que más ha mejorado en la selección china desde la llegada de Marcello Lippi a su banquillo pero que en este encuentro acabó hundiéndose ante la rapidez y el juego por alto de los europeos.
Un fallo garrafal de la zaga china fue de hecho el origen del segundo gol, en el que otra vez Vokes, delantero del Burnley inglés, asistió a Bale para que éste marcara solo ante el portero Yan Juling, cuya desesperación aumentaba con el avance de los minutos.
Un cuarto de hora después Gales marcaba el tercero con una inspirada combinación de pases de su ataque entre los extremos del área, hasta que Vokes, junto a Gareth Bale el mejor del partido, llevó el balón de nuevo a la red. Los chinos ya sólo pensaban en recuperarse en el vestuario con el descanso cuando llegó el cuarto gol, obra de Harry Wilson de tiro cruzado tras una asistencia de Bale.
Tras el descanso China intentó frenar la hemorragia cambiando a cinco jugadores para el inicio de la segunda mitad, lo que le dio algo más de posesión pero no impidió dos goles más de las estrellas del partido, primero Vokes y después Bale en otro tanto "a la inglesa" con pase largo desde el fondo de un área a la otra.