Luis Aguiar fue campeón con Alianza Lima en 2017. Pablo Bengoechea lo dirigió. (Foto: GEC)
Luis Aguiar fue campeón con Alianza Lima en 2017. Pablo Bengoechea lo dirigió. (Foto: GEC)

El 28 de enero del 2017, un día después de que tropezara en la Noche Blanquiazul contra Palestino (2-0), las interrogantes se acentuaron alrededor de y de la directiva: más allá de su hoja de vida, ¿era oportuno contratar a un jugador que por una lesión en el quinto metatarsiano del pie derecho no había registrado competencia en los últimos seis meses?

El volante uruguayo sin buscar excusas –aquel duelo contra el cuadro chileno lo jugó con fiebre y una fuerte infección– salió al frente y dijo: “Si no aguantas un chiflido, no puedes jugar en Alianza”.

Dos semanas después debutó oficialmente en un clásico: los íntimos vencieron 2-0 a Universitario y fue la primera vez que La Victoria escuchó cantar al ‘Canario’. Quizá comparable con aquella melodía que soltó después del doblete que se mandó frente a Comerciantes Unidos en Cutervo. La que significó el título del Apertura.

Reportero: ¿Se ganó a la uruguaya (queriendo, a su vez, destacar la gesta del 2-0 en sintético y a 2,635 metros de altura)?

Un extenuado Aguiar respondía: “Esto no tiene bandera, este es un equipo de fútbol. Es de de Alianza. Es del Perú. Y…hay mucha gente que hoy se quiere patear los hue…”.

Tres años después, por supuesto, es una obligación volver a descubrir a este sujeto que antes de ser Luis Aguiar y defender los uniformes de cuatro clubes en Uruguay y Portugal, dos en Argentina, uno en Rusia, Chile, Brasil y Perú, quería ser otra persona. Según cuentan en la localidad de José Enrique Rodó, quería ser Pablo Bengoechea.

Aquí parte de la historia de alguien que jugará dos clásicos en los próximos cinco días.

Luis Aguiar anotó 15 goles en 2017 y fue el goleador de Alianza Lima, (Foto: Alianza Lima
Luis Aguiar anotó 15 goles en 2017 y fue el goleador de Alianza Lima, (Foto: Alianza Lima

El día que conoció al ‘Profesor’ que siempre imitó

Si patea un tiro libre con la pierna derecha y en la siguiente jugada ejecuta un córner con la izquierda, no es por ser pretencioso. Fue por un pedido de don Wilson Aguiar, que veía entrenar a Luis y a su otro hijo, Carlos, a la espalda de su casa: tenían una pared amplia y una ventana pequeña en medio, que se transformaba en arco. El reto era hacer un remate con ambas piernas.

Y si bien esa habilidad marcó el futuro de Luis, cada vez que se ponía la camiseta de Talleres en el baby-fútbol o que jugaba en el recreo de la escuela 49, lo que más sorprendía era el ritual que hacía en cada balón detenido. Antes de hacer el recorrido, miraba fijo al arquero y se recogía el short, como Pablo Bengoechea. Luego, lleno de toditita esa fe por sentirse Pablo, era más sencillo anotar. Lo que el ‘Canario’ nunca imaginó es cómo se iba a dar el encuentro años después…

Gracias a que su hermano Carlos se unió a las filas de River Plate (fue futbolista profesional y estuvo en Uruguay, Grecia, Argentina, Portugal y Chile), la familia se mudó a Montevideo y así se le cumplió el sueño. El club también contrató a don Wilson y doña Sara Raquel para que se encarguen de la alimentación de la institución, en el primer equipo y la división de menores.

En el 2005, dos años después de su retiro, Bengoechea debutó como técnico precisamente en River. Luis, quien ya vivía junto a sus padres en el complejo deportivo del club, nunca pensó que así iba a conocer al ‘10’ que imitaba en la localidad de José Enrique Rodó y que luego iba a ser su ‘Profesor’.

Claro, antes de que trabaje bajo sus órdenes en Peñarol y Alianza Lima, Aguiar estuvo a nada de levantar la Copa Libertadores.

Neymar y la final de la Copa

Los cuatro años en Peñarol, en tres etapas, ya lo definían como voz autorizada para hablar de Nacional, el rival de mañana. Pero, como si todo eso no fuera suficiente, en el 2018 se puso la camiseta del ‘Bolso’, en 28 partidos. Anotó cinco goles. Por eso, después del cotejo con Municipal, el último viernes, Luis Aguiar no tuvo reparos en señalar: “Conozco todo de Nacional, es un equipo copero, sé cómo juega, cómo se mueve. Los compañeros me preguntan del rival y hablamos de ese tema. Esperemos que sirva de ayuda”.

De lo que Aguiar no habló fue de lo que ocurrió hace nueve años y que es tan igual de importante como mostrar la radiografía de un rival en Copa Libertadores: en el 2011, con el cuadro ‘Carbonero’, llegó hasta la final del certamen. Se enfrentó al favorito Santos de Neymar, al que Luis le envió un recado en la previa: “Si se pone estrella, se puede llevar alguna sorpresa”.

A Peñarol no le alcanzó, pero Santos sí sufrió: la ventaja que tenían de dos goles se complicó en los 10 minutos finales con el autogol de Durval (en la ida quedó 0-0). Neymar celebró con susto, por la presión sobre el final y la batalla que se armó después. Nadie se esperaba esa sorpresa.

Aguiar, quien ya conoce la historia de la institución y cuál es el paladar del pueblo, no ha tenido reparos en añadir en las últimas horas: “En Copa Libertadores no hay que confundir las cosas con eso de jugar lindo. En este torneo se juega a ganar, no para divertirse”. Luis lo ha entendido. Aquí más que nunca cuenta el ‘corazón para ganar’.

El 'Canario' fue dirigido en 29 partidos por Pablo Bengoechea en Peñarol, ganaron 18 y anotó ocho tantos. (Foto: Difusión)
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