En la semana del aniversario blanquiazul, José Velásquez se refirió al presente victoriano. (Foto: USI)
En la semana del aniversario blanquiazul, José Velásquez se refirió al presente victoriano. (Foto: USI)

Cuando jugaba sobresalía por su personalidad dentro y fuera de la cancha. Su elegancia, coraje y buena técnica adornaban su estampa, que intimidaba a sus rivales. Así era el juego de , quien lucía un ‘African look’, que resaltaba su 1.88 metros de altura, desde los 18 años que debutó en el equipo de sus amores, en aquella temporada de 1971.siempre será mi segundo hogar”, confesó emocionado el ‘Patrón’.

Desde que se puso la blanquiazul, el excampeón de América en 1975, jamás soltó el puesto. “Fui titular indiscutible. Nunca me lesioné”, argumentó inflando el pecho. Además, confesó en el aniversario número 121 de los íntimos, que integró junto a Teófilo Cubillas y César Cueto, la mejor volante de la historia del club de La Victoria.

¿Qué recuerdos sobre su incorporación a las inferiores de Alianza Lima?

Jugaba por el colegio Melitón Carvajal y enfrentamos al equipo del ‘Cholo’ Castillo. Le ganamos 2-1 y 1-0, marqué los goles. A la semana siguiente, el ‘Cholo’ me invitó a entrenar con Alianza a través de un amigo del colegio (Edmundo Cuenca), quien ya jugaba en las menores. Así empezó todo, en 1966. Tres años y medio jugando en los juveniles, sin perder un partido. Después me promocionaron a Primera, debuté con Universitario, gané. Siempre jugué, nunca estaba en la banca, tampoco me lesioné, eso me ayudó muchísimo en lo profesional.

¿Quiénes lo recibieron en el primer equipo?

Había jugadores mayores como ‘Perico’ León, ‘Pitín’ Zegarra, Baylón, entre otros. Recuerdo que promocionaron a nueve, pero muchos no dieron la talla. Los únicos que nos quedamos fueron César Cueto y yo.

¿Un consejero en el fútbol?

Los técnicos simplemente hablaban antes de los partidos, no había charlas como ahora. La mayoría había nacido para el fútbol. El que juega sí o sí sale a la palestra, el que no siempre se retira antes. Mantuve una regularidad tremenda, más en selección, donde están los mejores. Todos eran buenos, no había regulares, todos cumplían sus funciones.

¿Alguna anécdota en la concentración?

Era poco comunicativo, lo mío era la habitación, la lectura. Era muy reservado. Me escondía de cualquier conversación, solo me concentraba en el día del partido. Utilizaba el tiempo en estudiar a los rivales. Yo sabía correr el campo, lo mío era máximo dos toques, lo hacía sin darme cuenta.

¿Cómo nació el look ‘afro’ y las patillas largas?

Observé ese estilo en otro país, así que salía al campo con la peluca. Después todos se copiaron mi ‘afro’. Me levantaba el cabello con ganchos. Con el tiempo me estaba quedando calvo, así que decidí cortármelo.

¿Era de cábalas?

Antes de que me promocione como futbolista profesional, todos los días dentro del campo, decía: “Dios mío, ayúdame”. Bueno, lo hacía mentalmente. Así también fueron todos los partidos que jugué. No recuerdo algún partido que haya jugado mal o a mediacaña.

¿Siempre jugó de volante de primera línea?

No, yo empecé de back central, y fui goleador del equipo. Hacía goles todas las semanas. Después el ‘Cholo’ Castillo me ubicó de volante central, de ahí no solté el puesto hasta mi retiro. Mi suplente nunca jugó.

¿Se ganaba buen dinero en su época?

Una miseria. Mi primer sueldo fue 500 soles. Cuatro a cinco años jugué ganando ese sueldo como futbolista profesional. Olvídate, hemos jugado gratis. A nivel selección también sí ganábamos recibíamos 250 soles. En mi época no había empresarios, por ejemplo, ahora salen por todo el mundo.

¿Cuál era su reacción al inspirar respeto y hasta miedo en sus rivales?

Yo me transformaba dentro del campo. No era yo. Era el todo. Quería defender a los diez jugadores que había, hasta al arquero. Era para bien. Lo mío era quitar, entregar y desmarcarme. Cuando estaban marcados mis compañeros, me iba y hacía goles casi todos los partidos.

Los que iban al “choque” perdían cuando los enfrentaban…

Yo me ponía duro, pero jugaba con la cabeza levantada. Por ende, de reojo veía quien venía por derecha e izquierda, y al compañero que iba a darle el pase, máximo dos toques. Yo no perdía el balón para nada. Sabía jugar. No daba al chance al rival, ya cuando venía a marcarme, no tenía el balón. Yo corría en rombo y estaba donde llegaba el balón, así de simple.

¿Con qué jugadores se entendía mejor dentro del campo?

Teófilo Cubillas, César Cueto y yo, éramos la mejor volante que existió y existirá. Jugábamos máximo a dos toques, éramos determinantes. No perdíamos. Nadie caminaba el campo.

¿Un técnico que haya marcado su carrera futbolística?

El ‘Cholo’ Castillo, el que comandaba las divisiones menores y promocionaba para la profesional. Fue él quien me puso de volante, y ahí me quedé, sabía correr. Hice como 315 goles en Alianza, desde los juveniles, todas las semanas marcaba goles.

¿En algún momento otro grande del Perú lo quiso?

Sí, me habló el presidente de la ‘U’, también un directivo de Cristal, de Municipal, pero yo nací y moriré para Alianza. Eso fue cuando recién salía. Mientras jugué en Alianza, no perdí ningún partido con Universitario.

¿Algún gol que haya sido especial con Alianza Lima?

Anoté goles desde los juveniles. Estuvimos tres años y medio sin perder un partido, tres años consecutivos campeonando en los juveniles, de ahí nos promocionan a nivel profesional.

¿Cuál es su opinión acerca del plantel de esta temporada?

El equipo tiene que prepararse para los torneos internacionales. Ojalá salgan jugadores extraordinarios que den la talla como lo hacen los equipos europeos. En nuestra época, muchos equipos europeos tenían temor.

¿Qué le parece la reciente incorporación de Cristian Benavente?

Vamos a verlo jugar. Veremos su trajinar apenas juegue. Yo me daré cuenta al toque. Estoy seguro de que los grandes jugadores, la mayoría se cuidaba. Como Teófilo, Cueto, Oblitas, siempre físicamente estuvimos bien.

¿Qué mensaje a los hinchas en el aniversario del club?

Deberían hacerle un reconocimiento. No son hinchas de ahora, sino de hace 121 años. Es un historial bastante positivo para la institución. Nosotros nos vamos a morir y Alianza Lima seguirá existiendo.


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