Alianza Lima es campeón nacional luego de 499 partidos, pero Pablo Bengoechea no celebra. No salta. No grita. No corre a abrazar a sus jugadores ni deja escapar una pizca de euforia. El técnico prefiere quedarse quieto a un lado de la cancha. Solo. Observando. La cámara de televisión lo enfoca y lo máximo que puede conseguir es una ligera sonrisa y una mirada llena de orgullo. Está claro. Bengoechea no quiere ser protagonista en esta celebración.
En la conferencia de prensa, minutos más tarde, elige mantener la mesura y seguir siendo ese tipo aburrido que nunca habla de más. Ni cuando gana ni cuando pierde. Siempre coherente. Siempre pausado. Soltando poco y usando frases hechas, esas que poco nos sirven a los periodistas para titulares. "El mérito es de los jugadores", explica. “Ellos son los verdaderos ganadores”.
Permíteme contradecirte, Pablo. Porque once técnicos no pudieron antes que tú.
► Alianza Lima: todo sobre el campeón del Torneo Descentralizado 2017 [INFOGRAFÍA]
Los jugadores siempre serán lo más importante, pero sería injusto dejar de reconocer que detrás de ellos tuvieron a un técnico líder, que impuso un trabajo serio y se ganó el respaldo de la directiva y la hinchada. Tuvieron al mando a un DT que nunca cayó en el típico discurso sobre el "juego pícaro" y "el equipo con tradición" para luego complicarse y no cumplir. Llegaste a Alianza Lima con una idea totalmente diferente, la trasmitiste y la mantuviste con convicción: "Lo importante es ganar de la forma que sea".
Polémico, pero válido y, al menos en este caso, efectivo. Permítanme explicarlo.
De los 44 partidos que jugó en la temporada, Alianza Lima ganó 26, empató 9 y perdió 9. Sin ser un equipo que juega con lujos y adornos fue el tercer equipo más goleador con 70 goles y el menos batido con 41 en contra. Como por si fuera poco, mantuvo invicto Matute, algo realmente impensado años atrás.
Pablo Bengoechea hizo de Alianza un equipo camaleónico (que se acomoda según el rival), regular y eficaz. Acertó con la contratación de refuerzos como Luis Aguiar, el más influyente con 15 goles y 8 asistencias. Potenció a jugadores 'veteranos' como Leao Butrón, Rinaldo Cruzado y Luis Ramírez, piezas claves de la campaña. Y, quizás lo más importante, siempre protegió a su grupo. Hoy no hay mejor ejemplo que Gabriel Leyes, el jugador que hizo ingresar a pesar de las críticas y calló bocas al marcar el doblete que se convirtió en título.
Quizás, Pablo, tus formas sean inquebrantables, pero ese pequeño desliz, el que tuviste cuando te leyeron en voz alta el mensaje de tu hija en la última conferencia de prensa, deja al descubierto que, al menos por un ratito, pudiste sentir que esta estrella 23 de Alianza Lima es tan tuya como de tus jugadores y los hinchas.
Permítete, aunque sea por esta vez, darte la contra.
► Alianza Lima: Bengoechea se quebró en plena conferencia por el saludo de su hija [VIDEO]