Es el único jugador de Alianza Lima que no firma muchos autógrafos en las camisetas blanquiazules y tampoco se toma postales a montones con los hinchas cuando camina por Isabel La Católica (La Victoria - Lima). Muy por el contrario, Luis Ramírez aún es ese futbolista resistido y catalogado por la tribuna de tránsfuga, debido a su pasado en Universitario de Deportes, a donde regresó precisamente a pedido de ‘Chemo’ del Solar, el último ídolo crema que caricaturizó el hincha íntimo. Y claro, ‘Cachito’ heredó ese mal tóxico, luego de pasar del cielo al infierno.
A sus 32 años de edad, Ramírez aprendió a restarles importancia a las críticas destructivas. No se despeina y prefiere reír cuando cuestionan sus bajones futbolísticos. Ni siquiera se atreve a entrar en detalles sobre su fanatismo hacia Alianza Lima. Sí, léanlo bien: ‘Cachito’ siempre fue blanquiazul, pero tuvo claro que el profesionalismo está por encima del fanatismo. Pero hay veces en la que el corazón le gana a la razón, y, por eso, Luis no dudó en apurar su salida de San Martín en el 2015, a su regreso de Brasil, para fichar por los íntimos de Roberto Mosquera. Y todo eso lo hizo en silencio.
Hoy, el rendimiento de Ramírez es un factor para destacar, porque es el mejor arranque que tuvo a nivel de clubes en los últimos 5 años. Con Alianza Lima, ha marcado, este año, 3 goles en 15 partidos jugados y superó, de esta manera, el registro que dejó en Ponte Preta, Corinthians y Botafogo, en donde cerró campañas con no más de mil 800 minutos.
Precisamente, fueron los números lo que avalaron su continuidad en Alianza Lima para el 2017. En el 2016, fue el único jugador, que más allá de mantener contrato vigente, se quedó en Matute, en medio de una purga fuerte. Y es que ‘Cachito’ es el volante de avanzada sin mucho carisma que recupera, se asocia, pisa el área y hasta anota, tal y como lo hizo en la Copa Libertadores con Libertad y Universitario de Deportes.
Todas esas cualidades que posee no son una ciencia que expondremos. Al menos, en el extranjero, donde casi no existíamos, Ramírez fue apreciado en una liga competitiva como la brasileña, muchísimo antes del gobierno de Paolo Guerrero, Christian Cueva y Miguel Trauco. En el país de la samba, donde nada es gratis, Luis se ganó un ‘Cachito’ en ese espacio, a base de trabajo, con poco verbo y fue nuestro embajador por mucho tiempo.
LEE ADEMÁS...