Universitario en déficit deportivo: algunas razones que ocasionaron que esté lejos del título

Apenas se disputó un tercio del Torneo Clausura, pero Universitario parece despedirse de la lucha por el título del último certamen del año. La derrota ante Cienciano, el domingo, no hizo más que aumentar la preocupación de una hinchada que no puede celebrar un campeonato nacional desde 2013 (ojo, ya son tres caídas consecutivas; también tropezaron con la Universidad César Vallejo y Deportivo Municipal).

Son apenas siete puntos, de los 18 que se han disputado hasta el momento, los que los dirigidos por Carlos Compagnucci alcanzaron en lo que va del segundo certamen del año, poniendo en riesgo no solo el quedarse sin trofeo a fin de año, sino también no asistir a un torneo internacional (los cremas por ahora ocupan el noveno lugar del acumulado).

Más de un desacierto ha sido el que ocasionó que Universitario deje de ser protagonista en la Liga 1, teniendo una irregularidad permanente sobre el gramado de juego que no permite que los logros administrativos (el club se está ordenando financieramente) sean disfrutados en su totalidad. Pero si la institución se está acomodando, ¿por qué no hay resultados deportivos? Aquí unas posibles respuestas...

Armado del plantel comenzando 2022

A inicios de año, Jean Ferrari -administrador de Universitario de Deportes- se reafirmó en el cargo de gerente deportivo para “evitar gastos”, según detalló Franco Velasco en una entrevista brindada días después de la designación del exjugador merengue como administrador provisional.

La primera decisión tomada por la cabeza de Universitario, fue la de fichar a Gregorio Pérez. Tras ello, revisó y aprobó una solicitud para cubrir algunos puestos en el equipo y reforzarlo de gran manera para afrontar la Liga 1 y la Copa Libertadores (la ‘U’ quedó eliminada ante Barcelona de Ecuador).

Aquí está, tal vez, una de las principales claves del mal momento de la ‘U’. Jean Ferrari anunciaba a Alfonso Barco, Ángel Cayetano, Joao y Roberto Villamarín como flamantes fichajes del primer equipo, esperando que le den alegrías al fanático crema, cosa que no se dio. Incluso, las decisiones se tuvieron que corregir a mitad de temporada, cuando tres de los cuatro fichajes fueron separados.

Una idea de juego que nace y muere rápido

Con Gregorio Pérez al mando del primer equipo de Universitario, los cremas iban definiendo un estilo de juego que se acomodaba a las intenciones que poseían de ser protagonistas y explotar las bandas para generar ataques y ‘alimentar’ a un Alex Valera que siempre estuvo fino con el gol. Sin embargo, la salida del uruguayo -por temas de salud- ocasionó un cambio brusco en la propuesta merengue.

Y es que la llegada del DT charrúa Álvaro Gutiérrez invitaba a tener un equipo mucho más conservador y menos protagonista de los juegos, cosa que le pasó rápidamente la factura al estratega extranjero. Sí, apenas dirigió cerca de dos meses a los estudiantiles (el detonante fue la goleada que sufrió por 4-1 ante Alianza Lima, en el Monumental).

Tras ello, sería Jorge Araujo quien tome las riendas de Universitario por unos meses, permitiendo que la administración se tome un tiempo prudente (aprovechando un breve receso en la Liga 1) para elegir al sucesor de Álvaro Gutiérrez. Y en medio de ello, Carlos Compagnucci se colocó el buzo. Claro, va cerca de un mes al frente de los cremas y con una intención de juego que aún está lejana de dar frutos.

Segunda opción de fichar desperdiciada

Con la oportunidad de corregir el error de inicios de año en el camino, Universitario estuvo activo durante la segunda apertura del libro de pases en la Liga 1. Fue Manuel Barreto quien tomaría el cargo de director deportivo para buscar repotenciar al equipo, pero las decisiones volvieron a dejar más dudas que aciertos. Con un cupo de extranjeros disponible (por la partida de Ángel Cayetano), se decidió incorporar a un Claudio Yacob que, en seis partidos, apenas acumula 60 minutos de juego.

Si bien aún se está a la espera de que el jugador muestre su mejor estado físico, no se puede evitar cuestionar la decisión, más aún tras las grandes posibilidades que Alex Valera tenía de dejar el club (cosa que terminó dándose). Sin su goleador estrella, y con algunas otras bajas por tema de rendimiento, Universitario tiene que arreglarse con lo que tiene para cerrar el año de la mejor manera posible...

Si bien el cupo a la Copa Sudamericana no es un objetivo que se hayan planteado en tienda crema (buscan pelear partido a partido por el título del Torneo Clausura), no es un secreto que este podría convertirse en la meta del club, si es que las cosas no mejoran.

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